José Ramón Bauzá fue presidente del PP de Baleares, y de su Comunidad, hasta que, como a tantos barones de su partido, la gran riada de las autonómicas de 2015 se lo llevó por delante. Pretende ahora recuperar el cargo. Ha presentado su precandidatura al congreso regional que se celebrará a fin de mes. Ha retado a su rival, Biel Company, a un debate en los medios locales. No lo habrá. Ni lo quiere su contrincante ni Génova lo aconseja.
Bauzá, ahora senador, fue pionero en las medidas de democratización interna del partido. Abrió al PP a unas primarias, elaboró un código ético, potenció la participación de las bases. Ahora no puede debatir contra el candidato oficialista, Company, apadrinado por Antón Cañellas, también pionero, pero en corrupción (tuvo que dimitir, en tiempos de Aznar, por el escándalo del túnel de Soller) y protegido desde Madrid, se adivina vencedor. Nada de debates, tiene el visto bueno de la cúpula de Madrid, dicen en el PP balear.
El "querido compañero" de Cifuentes
No es el único caso. A Mariano Rajoy no le gustan las primarias, ni los ‘cara a cara’ electorales. En la dirección nacional siguen su línea. Luis Asúa le ha demandado formalmente a Cristina Cifuentes un enfrentamiento ante los medios. Tres se han ofrecido. La presidenta de la Comunidad de Madrid alega que tal demanda no existe. Niega la mayor.
Asúa, expresidente del PP de Chamberí, ha publicado en Facebook la carta con la petición. La aludida se excusa en que su “querido compañero” no le ha llamado por teléfono. Cifuentes ha impulsado desde el minuto uno la celebración de primarias para elegir los altos cargos del partido, desde el presidente nacional hasta el penúltimo de la fila. Pero no quiere debates. Al menos de momento.
“Se está considerado al corriente de pago a militantes que no abonan sus cuotas desde hace años”
Carmen Maniega, aspirante a presidir el PP de Asturias, también le ha demandando un pulso verbal ante las cámaras a la candidata de Génova, Mercedes Fernández, “Cherines”. Maniega, separada de la dirección regional el pasado septiembre, también solicitó la celebración de un congreso asambleario, un afiliado un voto. Ni lo uno, ni lo otro. Hace unos días denunciaba también fraude en la elaboración del censo. “Se está considerado al corriente de pago a militantes que no abonan sus cuotas desde hace años”, denunció públicamente. No ha habido más respuesta que el desdén. Tampoco los simpatizantes del PP asturiano podrá asistir a un debate entre las dos mujeres aspirantes a la presidencia.
Rajoy pidió a su cúpula que los congresos regionales, que comienzan sus andaduras este próximo fin de semana, se celebren “en paz y sin ruidos”. La paz, por el momento, no se ha alterado. El ruido emerge por las cuatro esquinas. Denuncias en Valencia, Castilla la Mancha, Baleares, Asturias… Y, por ahora, los debates, al cajón. ¿A quién le puede interesar un cara a cara entre dos miembros del mismo partido?, apuntaba Cifuentes en reciente entrevista en un medio digital.