Manuel Moix va a ser propuesto al Gobierno por el fiscal general del Estado José Manuel Maza como nuevo fiscal jefe Anticorrupción tras la jubilación el pasado mes de octubre de Antonio Salinas, quien estuvo al frente de dicho órgano durante trece años.
Moix, que ya optó a esa plaza a finales de 2013 sin éxito, era el único de los siete candidatos a dicha jefatura que no ocupa en la actualidad plaza en dicho departamento y el que ha logrado contar con la confianza del fiscal general para un puesto tan determinante como el de fiscal jefe Anticorrupción.
Es, en la actualidad, el puesto clave entre todas las Fiscalías españolas. El departamento que más quebraderos de cabezas le ha provocado al Gobierno del PP en los últimos años. El eslabón que, hasta ahora, no controlaban con soltura. En Anticorrupción se llevan a cabo investigaciones que afectan ni más ni menos que al PP- caso Gürtel, Púnica, Rato, Taula, Palma Arena, etc-; al PSOE- ERES, cursos de formación, etc-; y a CIU -el 3 por ciento-, entre otros.
Quienes lo conocen lo califican como un "buen jurista", capaz de "poner orden" en Anticorrupción, aunque no lo califican como un "fiscal indomable". Su perfil es bien distinto al de su predecesor Antonio Salinas, quien por normal general y asumiendo su responsabilidad de jefe, dejaba bastante margen de acción a los fiscales asignados a los casos más peliguados de la casa.
Públicamente, Moix, que lleva 31 años en la Carrera Fiscal, se ha mostrado contrario a las macrocausas cuyas instrucciones se prolongan en ocasiones hasta una década -en la misma línea que lo hizo el fiscal cuando fue a presentar su proyecto en el Congreso de los Diputados- ya que generan indefensión en los acusados.
Muy próximo al ministro Catalá
Sin embargo, a nadie se le escapa la proximidad de Manuel Moix con miembros del partido del Gobierno. Si bien mantiene una buena relación con el fiscal general actual es un secreto a voces que es amigo del ministro Rafael Catalá así como del ex consejero de la Comunidad de Madrid Ignacio González. Dentro de la Carrera Fiscal, un sector lo califica como un fiscal que "no dará grandes problemas al Gobierno".
Desde mayo de 2015, Manuel Moix ocupa plaza en la Fiscalía del Tribunal Supremo. Previamente, fue fiscal Superior de Madrid, dirigiendo durante su mandato de forma solvente la plantilla de más de 300 fiscales que tiene la Comunidad de Madrid. En aquellos años como cabeza visible de la Fiscalía en Madrid le tocó instar a la polémica detención del ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato o investigar la muerte de cinco niñas en el recinto ferial del Madrid Arena en una fiesta de Halloween.
A su favor para el nuevo cargo está su aprobada gestión al frente del equipo de fiscales de la Comunidad de Madrid. En su contra, que no es un fiscal que conozca al detalle los entresijos de Anticorrupción ni a la veintena de miembros que componen este complejo órgano. El mismísimo Salinas reconocía al jubilarse que quien lo sucediera "tardaría un año" en ponerse al día de los asuntos que se instruyen en el palacio ubicado en la calle Manuel Silvela 4 de la capital, sede de Anticorrupción. El tiempo lo dirá.