El ex presidente de Cataluña Artur Mas ha llegado al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña decidido a convertir su cita con la justicia en una nueva muestra de fuerza por la independencia. Como en un guión cinematográfico, se han calculado todos los detalles al milímetro para que el juicio de tres encausados se convierta en el videoclip de tres políticos arengados por las masas entre un mar de "estelades" con la banda sonora de L'staca de Lluis LLach y Els Segadors. La apoteosis soberanista.
Poco ha importado llegar a tiempo hoy a la cita con la justicia. Los 25 minutos de retraso se ha consumido entre vítores por la independencia, con parada obligada en el Fossar de les Moreres de el barrio del Born donde la comitiva se ha detenido para cantar el himno catalán, acompañados por miembros de La Coronela, agrupación que recrea una histórica milicia encargada de la defensa de la ciudad de Barcelona en 1714 frente a las tropas borbónicas.
Sobre las 9.05, la cabecera de la marcha pasaba por debajo del Arco de Triunfo, en el Paseo de Lluís Companys, decorado con un gran cartel con el lema "Love democracy" (Ama la democracia) colgado por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y la Asociación Catalana de Municipios, entidades convocantes de la movilización soberanista.
Todo organizado para llegar al climax. El momento en el que Mas, Ortega y Rigau suben a una tarima para saludar a los asistentes a la concentración y expresarles públicamente su agradecimiento. "Lo volveríamos a hacer " volvió a repetir ayer Más. Dentro aguardan los jueces.
50.000 personas se ha apuntado a esta marcha por el soberanismo. 170 autocares fletados para la ocasión desde toda Cataluña para volver a insuflar aire al procés. Hasta Bildu ha enviado una delegación desde el País Vasco.
9 años de inhabilitación para Más
Sentados ya en el banquillo, Mas, Rigau y Ortega se enfrentan a diez años de inhabilitación en el caso del expresident, 9 en el caso de sus colaboradoras, por los delitos de desobediencia grave y prevaricación. Una pena que la acusación popular, ejercida por los sindicatos policiales SPP y UFP y Manos Limpias, pide elevar a 12 años y que, en ambos casos, impediría a los procesados ejercer cualquier cargo público durante el tiempo de condena.
Según la Fiscalia, los encausados articularon una estrategia de desafío completo y efectivo a la suspensión de la consulta acordada por el TC "siendo plenamente conscientes de que con ello quebrantaba el obligado cumplimiento. Artur Mas, Ortega y Rigau no volverán a responder a las preguntas de la Fiscalía ni de la acusación popular tal y como hicieron durante su declaración cuando se instruía el procedimiento.
La defensa de los acusados
La defensa basará sus argumentos en que en ningún momento desobedecieron al Constitucional, porque no recibieron ningún requerimiento expreso por parte de este tribunal para detener la consulta alternativa.
Los abogados de los tres procesados, Xavier Melero, Rafael Entrena y Jordi Pina, indicaron en sus escritos de defensa que en la consulta «nunca se convocó oficialmente a la ciudadanía, sino que se le dio la oportunidad de organizar y tomar parte de un proceso participativo que se acabó realizando gracias a la intervención de miles de voluntarios».