Si eres una de esas personas que tuvo que pagar el impuesto sobre la plusvalía municipal a pesar de haber perdido dinero con la venta de tu casa, puede que tengas la posibilidad de reclamar lo pagado. Hace unas semanas, el Tribunal Constitucional de Guipúzcoa declaró incostitucional el pago de este impuesto cuando el contribuyente había perdido dinero en la transmisión, lo que abre la vía a la posibilidad de que muchos afectados puedan reclamar en el futuro.
Aunque la sentencia de momento solo afecta a una norma foral por haberse producido en Guipúzcoa, los expertos están convencidos de que la situación se extenderá al resto de comunidades porque hay muchas denuncias pendientes sobre este tema. Y lo normal sería que los tribunales se fueran pronunciando en el mismo sentido.
¿Qué tienes que hacer si te tocó pagar el impuesto a pesar de haber perdido dinero en la venta? Antes de nada tienes que asegurarte de que cumples las condiciones necesarias para poder hacer la reclamación, puesto que no todos los afectados podrán reclamar lo pagado. Según Tinsa, medio millón de personas podrán hacerlo.
- La primera es haber perdido dinero con la transmisión del inmueble. Esto no garantiza la devolución, pero es una condición necesaria para poder hacer la reclamación.
- La segunda es que la venta se haya producido con posterioridad a febrero de 2013. Si la venta se hizo antes, ya ha prescrito y no se puede reclamar nada.
Si cumples estos requisitos, lo primero que tienes que hacer es interponer un recurso ante el Ayuntamiento, aunque es probable que lo rechacen porque aún no hay una sentencia a nivel estatal. Si eso ocurre, no quedará más remedio que recurrir posteriormente a la vía judicial.
Prueba técnica
Y hay una cosa importante que tienes que tener en cuenta: se necesita una prueba técnica realizada por un experto independiente que acredite la pérdida de valor producida entre el momento de la compra y el de la venta. ¿Por qué? Porque el impuesto sobre las plusvalías grava el valor del suelo, donde influyen muchos factores y no solo el valor de la venta.
Y entre esos factores se incluye el precio de la vivienda, que desde 2007 ha sufrido fuertes caídas. De hecho, éste es uno de los principales motivos por los que muchos ciudadanos se han visto obligados a vender sus casas perdiendo dinero. En 2015 los precios volvieron a subir por primera vez desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, que se inició en 1997 y pinchó a principios de 2008.