El Gobierno sacó este miércoles otros 7.750 millones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social al objeto de sufragar la paga extra de diciembre. A este ritmo, los recursos de la hucha de las pensiones podrían agotarse en cuestión de cinco pagas extra, es decir, unos dos años y medio.
Desde que se comenzase a tirar del Fondo de Reserva, las retiradas de dinero suelen coincidir con las pagas extra porque se trata de unos meses en los que la nómina se duplica y no basta con los ingresos mensuales de las cotizaciones sociales. De hecho, este año se podrían sustraer en total unos 15.000 millones si se suman los 3.000 millones de excedentes de las Mutuas. Y el año pasado se emplearon otros 15.300 millones de euros. Si tenemos en cuenta que una paga extra ronda los 8.000 millones, llevamos ya dos años retirando del Fondo una cantidad equivalente a dos pagas extra. Hasta el punto de que ya sólo quedan 36.928 millones de los 66.815 millones que se llegaron a contabilizar en 2011. De seguir así, a mediados de 2018 se habrá esquilmado casi todo. O lo que es lo mismo, no habrá suficiente dinero para abonar una sexta paga extra.
Al ritmo actual los recursos de la hucha de las pensiones podrían agotarse en cuestión de dos años y medio, a mediados de 2018
Para colmo de males, ni los excedentes de las Mutuas, ni los rendimientos de la deuda en la que está invertido el Fondo, ni la mejora del empleo podrán paliar esta apurada situación. A fecha de julio de este año, el fondo de prevención de riesgos de las Mutuas casi se ha acabado. En cuanto a los intereses que se obtienen por a inversión en deuda pública, éstos se elevaron a 2.911 millones de euros en 2014. A todas luces, los rendimientos se antojan insuficientes, máxime cuando las desinversiones se están produciendo con tanta celeridad.
Y todavía es más compleja la evolución de los ingresos. En principio, éstos sólo crecen un 1,2 por ciento, en parte por la devaluación salarial, en parte por las tarifas planas, en parte por el hecho de que los parados dejan de cotizar al agotar su prestación. Sin embargo, todo apunta a que la caída de las cotizaciones de parados por fin se está estabilizando y pronto dejará de lastrar los ingresos. De modo que lo lógico es que la recaudación por cotizaciones se incremente, situándose en unos ritmos de crecimiento del entorno del 2,5 ó 3 por ciento, algo más próximo a lo que en la actualidad está creciendo el empleo.
Ya sólo quedan 36.928 millones de los 66.815 que se llegaron a contabilizar. Entre las reservas de las Mutuas, los recursos no dotados y el dinero retirado, en total se han fulminado 80.000 millones de la hucha de las pensiones
Por otra parte, los desembolsos están aumentando cada año ligeramente por debajo del 3 por ciento tras las sucesivas reformas del PP y el PSOE. Es decir, lo lógico es que el déficit del sistema de pensiones se estabilice por debajo de los 15.000 millones, justo lo que cuestan las dos pagas extra. Así que o se toman medidas, o para 2018 no habrá con qué abonar la extra de diciembre. El Gobierno ya incluyó una disposición adicional en los últimos Presupuestos que instaba al Pacto de Toledo a buscar más ingresos. Y el PSOE reclama el establecimiento de un nuevo impuesto que financie las prestaciones. Sin duda, las pensiones serán el principal asunto presupuestario de la próxima legislatura.
Entre 2012 y 2014, el Gobierno ha extraído del Fondo 33.951 millones de euros. Unos 7.003 millones en 2012; otros 11.468 millones en 2013 y 15.300 millones en 2014. Y a estos recursos hay que sumar los cerca de 15.000 que se habrán absorbido a finales de 2015. En conjunto, se habrán gastado unos 49.000 millones de euros. Amén de los 8.000 millones que se han arrebatado a las reservas de las Mutuas y los cerca de 23.000 millones de superávit que el Ejecutivo de Zapatero nunca depositó en el Fondo de Reserva porque los destinó a financiar aplazamientos a la Seguridad Social. En total, estamos hablando de 80.000 millones de euros que se han fulminado de la hucha de las pensiones desde el inicio de la crisis.