BBVA avanza con paso decidido en una de las operaciones más importantes de los últimos años. La entidad presidida por Francisco González podría cerrar durante el mes de octubre el Proyecto Marina, con el que quiere traspasar su inmobiliaria Anida y gran parte de su ladrillo en España al fondo Cerberus, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Las negociaciones están en fase muy avanzada y BBVA ha descartado que entren a competir más fondos, por lo que si Cerberus y el banco se ponen de acuerdo en el precio, la operación llegará a buen puerto.
Tanto la entidad como el fondo norteamericano están asesorados por un ejército de consultores y abogados con el propósito de que la venta pueda cerrarse en los próximos días/semanas. Las fuentes consultadas esperan que el acuerdo pueda firmarse en octubre como tarde.
El secreto mejor guardado de la operación es el perímetro de Anida que está a la venta. Diversas fuentes consultadas por este medio señalan que se tratará de una venta muy parecida al Proyecto Quasar, la venta del 51% de todo el ladrillo de Popular a Blackstone, pilotada por Santander. BBVA tiene una exposición inmobiliaria de 20.000 millones en España.
Tampoco está cerrada la participación que Cerberus tendrá en la nueva Anida. Para que el banco pueda desconsolidar los activos de su balance tiene que vender al menos un 51%, como hizo Santander con Blackstone.
Incertidumbres
Los planes del Proyecto Marina están mucho más avanzados de lo que esperaba a priori el mercado, que es escéptico por los bandazos que ha dado BBVA en este tipo de operaciones en los últimos años. Sin embargo, el golpe de efecto dado por Santander con Popular añade presión a la entidad presidida por González. Lo hace de cara a los reguladores y del mercado, que espera movimientos similares para quitarse de encima el ladrillo.
Otra de las incógnitas está en Cerberus. El fondo norteamericano tiene fama en el mercado de ser de los que no regala un euro. De hecho, este gigante de la inversión ya estuvo cerca de comprar 4.800 millones en activos adjudicados de Bankia -Proyecto Big Bang- pero la operación se frustró por el precio.
Cerberus está en un momento de gran apuesta por España. Compró antes de verano la inmobiliaria de Liberbank -Mihabitans- por 85 millones y, además de negociar con BBVA, está en fase avanzada de comprar la promotora Inmoglaciar.
Para BBVA, la venta de su ladrillo -la mayor parte de ella- supondría poner en rentabilidad su negocio bancario en España, adelantando el plan anunciado al mercado de que en dos años sacaría de su balance los activos inmobiliarios. Esta unidad genera unas pérdidas semestrales recurrentes de unos 200 millones al grupo.