El primer Pleno del Parlament de la Generalitat, celebrado este miércoles, no ha sido precisamente tranquilo. Entre otros temas, se ha tratado el pasado académico y profesional del recién elegido president, Carles Puigdemont, que ha reconocido dos hechos que se le habían achacado: el abandono de sus estudios universitarios por incompatibilidad de horarios con su trabajo periodístico y el haber recibido subvenciones del tripartito cuando era director general de una empresa.
En su turno de réplica a la oposición, en su comparecencia parlamentaria para presentar el nuevo Govern, Puigdemont se ha mostrado especialmente dolido por los comentarios del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el presidente parlamentario del PPC, Xavier García Albiol, al respecto de algunas informaciones que ponían en duda la pulcritud de su actuación en el pasado.
Puigdemont ha respondido a las acusaciones de Albiol e Iceta, a quien ha reprochado que lleve muchos años en política cuando el president viene de la emrpesa privada
Iceta le había pedido una "respuesta rápida" a cuestiones relacionadas con su "currículum personal, las ingentes subvenciones recibidas por una revista impulsada por usted y de la que su mujer es editora, o su relación empresarial con el nuevo director de Catalunya Ràdio", Saül Gordillo, "dando por hecho que no se ha producido ninguna irregularidad".
Por eso ha considerado "normal" haber tenido participaciones en empresas de comunicación y ha expresado su deseo de regresar al periodismo cuando se retire de la política: "Seguramente el señor Iceta aún estará aquí cuando yo me marche", le ha espetado.
Albiol también ha hecho mención a los "asuntos poco claros" sobre "subvenciones recibidas, socios de negocios premiados con cargos y políticos nombrados consellers que fueron los que autorizaron subvenciones": "No sabemos si cumple la legalidad, pero es poco presentable", ha añadido. En tono vehemente, Puigdemont ha recordado que, después de desarrollar su carrera profesional en el mundo del periodismo, llegó a la política en 2006, cuando Iceta "ya llevaba mucho tiempo", según informa EFE.
Puigdemont ha explicado que hasta 2006 fue director general de una empresa que se presentó a concursos de subvenciones que "abrió el gobierno tripartito", hasta el punto de que acudió al propio Iceta para presentarle el proyecto.
A partir de 2010, año en que Artur Mas llegó a la presidencia de la Generalitat, su empresa ya recibió "ninguna subvención": "Ni engaño ni irregularidad", ha subrayado Puigdemont, que ha reclamado "rigor" a Iceta para que "no haga caso" de la máxima que dice que la realidad no debe estropear un buen titular.
"Incompatibilidad de horarios"
En cuanto a su currículum académico, ha explicado que tras un accidente de tráfico que sufrió en 1983, y cuando ya había iniciado su carrera profesional en el mundo del periodismo desde el diario El Punt Avui, tuvo que abandonar sus estudios en filología por razones de incompatibilidad de horarios.
"Si cada vez que le critiquemos desde el PP se siente menospreciado, tendrá un problema muy serio de equilibrio emocional", le ha espetado Albiol
En la réplica, Iceta se ha mostrado conciliador y ha recordado a Puigdemont que, "haciendo caso a sus consejos", le había preguntado directamente a él para aclarar las dudas generadas acerca de su pasado profesional. Iceta ha bromeado incluso con que su propio currículum ha sido "decorado con varias licenciaturas" por algunos medios de comunicación, entre ellas la de Historia, "una de las pocas facultades que no pisé".
Pero también le ha recordado que, a pesar de tener "37 días de gracia", "preguntar, dudar, poner en cuestión e incluso criticar es la función de la oposición", si bien ha agradecido su "predisposición al diálogo" y su compromiso con la agenda social.
Por su parte, García Albiol ha dejado claro que no le ha "menospreciado", sino solo "criticado": "Si cada vez que le critiquemos desde el PP se siente menospreciado, tendrá un problema muy serio de equilibrio emocional".
Albiol ha insistido en que la Generalitat "pone en ridículo a todos los catalanes" cuando se dedica a "explicar y vender un proyecto de país hipotético al resto de Europa" o cuando las autoridades europeas le advierten que "no es posible" seguir en la UE en caso de independencia.