La Paloma Rocasolano que conocimos en el año 2003, el día de la pedida de mano de su hija, Letizia Ortiz, no tiene nada que ver con la mujer que pisó la alfombra azul en los últimos premios Princesa de Asturias donde apareció totalmente transformada.
Como podemos observar en las imágenes, en el año 2004 y hasta marzo de 2005 Paloma Rocasolano tiene sus arrugas y líneas de expresión. Meses después, ya comienzan a percibirse los primeros retoques de estética y es cuando también decide ponerse ortodoncia.
El cambio ha sido gradual pero en los premios Princesa de Asturias de 2014 ya comienzan a percibirse un gran cambio en los dientes, pómulos, mentón y en los ojos; pero en su última aparición en Oviedo, hace una semana, a más de uno le costó reconocer a la madre de la Reina.
GRITOS se ha puesto en contacto con el cirujano plástico reparador Juan Peñas, con clínica en Madrid, por el que pasan los rostros más conocidos del panorama nacional, políticos y celebrities y nos ha dado una valoración de las diferentes operaciones de estética a las que se habría sometido la madre de Letizia: “Podría haberse realizado una blefaroplastia superior, que es una cirugía que consiste en quitar la piel sobrante del párpado superior; también podría haberse puesto hilos de ácido hialurónico tensores en las mejillas para marcar el contorno facial; inyecciones de bótox en el tercio superior de la cara para relajar las arrugas y rellenos de ácido hialurónico en el rictus, ya que éste se suele marcar excesivamente cuándo las mejillas caen por el paso de los años”.
Pier Francesco Mancini, otro experto en cirugía plástica, reparadora y estética, resalta de su cambio lo siguiente: “Lo que más llama la atención en las fotos es que la mirada es más abierta y rejuvenecida y el parpado superior se le cae menos. Así que diría que se ha sometido a un lifting endoscópico frontal, como el de la Reina Letizia, que ha reposicionado las cejas y levantado los párpados superiores. El parpado inferior no parece haber cambiado mucho”.
Además recalca que “se nota el efecto de un lifting cérvico facial, de la zona de las mejillas, pómulos, borde de la mandíbula y del cuello”. Según Mancini “El precio de las intervenciones podrían alcanzar unos 20.000 euros” y advierte que “se han hecho de forma muy discreta sin producir cambios bruscos y poco naturales y el resultado es muy bueno. Afortunadamente, en Europa se intenta evitar intervenciones excesivas con los resultados a los que nos acostumbran las estrellas de Hollywood”.
Estas operaciones de cirugía le han acompañado otros tratamientos de la piel como podrían ser las vitaminas, el plasma rico en plaquetas o peelings químicos, que ascenderían aún más el precio.
A su transformación en el rostro hay que añadirle que Paloma ha cambiado radicalmente también su forma vestir y en sus últimas apariciones públicas ha destacado por su elegancia y estilo gracias a los consejos de su hija y a los asesores y estilistas que la rodean.
