Tecnología

El lado criminal de la tecnología: Europol advierte sobre la cercanía del primer ciberasesinato

Todavía no estamos en la era de los precogs de la película ‘Minority Report’, que eran capaces de anticipar los crímenes que se cometerían en el futuro. Sin embargo, las autoridades policiales estudian la evolución de las nuevas tecnologías y sus potenciales usos por parte de los criminales. Un reciente informe de Europol alerta sobre la posibilidad de que, con el auge del Internet de las cosas, nuestros ‘smart devices’ puedan acabar convertidos en herramientas usadas por delincuentes para estafarnos e incluso acabar con nuestras vidas. Ya hay incluso una estimación de cuándo podría ocurrir el primer crimen de este tipo: una empresa estadounidense de seguridad asegura que veremos el primer asesinato mediado por este tipo de tecnología antes de que acabe 2014.

  • En la serie estadounidense Homeland, el vicepresidente del país moría tras un infarto provocado por un ciberataque.

La tecnología facilita nuestras vidas, pero también entraña una serie de riesgos y peligros que van más allá de lo habitualmente pensado. La estandarización de los aparatos de medición y sensores conectados a la red permite realizar multitud de tareas cotidianas a distancia a un número mayor de personas cada vez, pero también ayuda a los criminales a encontrar millones de nuevas ventanas a través de las cuales llegar hasta nosotros. Por ahora esos delitos se suelen limitar al robo de datos y a diversas estrategias de phishing, pero en un futuro cercano podrían llegar incluso al asesinato. Eso alerta la Oficina Europea de Policía, Europol, en un reciente informe sobre valoración de amenazas del crimen organizado en Internet.

La evolución del Internet de las cosas aumenta el número de amenazas.

El organismo europeo indica que “a medida que haya más objetos conectados y nuevos tipos de infraestructura crítica, podemos esperar más ataques tanto contra las infraestructuras ya existentes como en las emergentes, incluyendo nuevas formas de chantaje o extorsión y ataques físicos con posibilidad de muerte”. El desarrollo de dispositivos inteligentes y la evolución del Internet de las cosas, con un mayor número de objetos y viviendas conectados a la red, aumenta el número de amenazas.

Asesinatos con dispositivos hackeados

Para ello hacen referencia a otro informe publicado en diciembre de 2013 por la firma estadounidense de seguridad online IID en el que se realizaba una serie de predicciones sobre diferentes amenazas de ciberseguridad para 2014. Entre los potenciales peligros se destacaban los agujeros de seguridad en la tecnología NFC o ataques de malware entre diferentes gobiernos, pero también la posibilidad de usar aparatos conectados a la red para acabar con la vida de seres humanos: “Veremos el primer caso publico de asesinato a través de un dispositivo hackeado y conectado a Internet”.

La FDA estadounidense ha pedido a los fabricantes de dispositivos médicos que prevengan ciberataques.

Aunque la sentencia de IID suene contundente, lo cierto es que las autoridades estadounidenses ya han alertado sobre este peligro, en concreto sobre los riesgos inherentes a los dispositivos médicos conectados a la red. La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) recomendó en 2013 a los fabricantes de este tipo de dispositivos que dieran pasos hacia la prevención de posibles ciberataques en sus productos “que podrían iniciarse al introducir malware en el equipamiento médico”.

La vida imita al arte

Todos estos cibercrímenes parecen salidos de una trama de ficción sobre espionaje, como ya señalan los medios estadounidenses. Los espectadores de Homeland recordarán (spoiler alert) que en un episodio de la serie el vicepresidente de Estados Unidos es asesinado provocándole un infarto cuando su marcapasos wireless es hackeado en un ataque terrorista. La escena tuvo un trasunto real: en 2013 el ex vicepresidente Dick Cheney reveló que tiempo atrás sus médicos habían decidido deshabilitar la función wireless de su marcapasos ante el temor de una situación similar.

Europol demanda una respuesta diversa a estos retos por parte de las autoridades.

Encontrar a los autores de este nuevo tipo de delitos no será fácil. Los agentes de la ley deberán también deberán acostumbrarse al big data y contar con que la atribución de crímenes se complicará, “ya que habrá más espacio para los ataques y un número mayor de vectores”, advierten desde Europol. Entre sus recomendaciones de se encuentra una similar a la de la FDA estadounidense para concienciar a la industria tecnológica, pero la Oficina Europea de Policía también demanda una respuesta diversa por parte de los agentes interesados que responda a la “naturaleza multi-facetada del Internet de las cosas”.  La colaboración entre entidades policiales y la coordinación de las autoridades resultará fundamental para evitar que las herramientas destinadas a facilitar nuestras vidas acaben convirtiéndolas en una pesadilla. 

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