En un momento en el que los principales grupos políticos debaten sobre la morfología que debe adoptar el nuevo regulador de los mercados y la competencia, el Departamento de Control Interno de este organismo ha emitido un contundente informe en el que señala las múltiples carencias del actual, la CNMC. En el documento, pone el foco sobre sus limitaciones presupuestarias que, en su opinión, ponen seriamente en peligro su autonomía, por lo que deberían ser solucionadas por el Ejecutivo.
"El Gobierno debiera garantizar la independencia de la autoridad reguladora nacional (CNMC) mediante la asignación de los recursos humanos, materiales y presupuestarios suficientes para el cumplimiento de sus obligaciones", expone el 'auditor', que incide en que, desde que se constituyó este organismo, en 2013, ha asumido nuevas y complejas competencias -como la relativa a las liquidaciones del sistema eléctrico-, pero no ha recibido los recursos suficientes para desarrollarlas con garantías.
El regulador, por definición, debería contar con las herramientas necesarias para desempeñar su actividad de forma autónoma, pero los defectos que incluye la ley de creación de la CNMC le hacen excesivamente dependiente de las decisiones de otras Administraciones (ministerios) en lo relativo a la gestión de su personal y de sus recursos económicos.
Sobre lo primero, el Departamento de Control Interno pide al Gobierno que ponga fin a las restricciones de este organismo para contratar trabajadores o asignar a los que ya dispone a otras tareas, para lo que actualmente hace falta poner en marcha farragosos procedimientos burocráticos que, en muchas ocasiones, obligan a esperar el dictamen de otra Administración.
"Es curioso que el Gobierno no esté a favor de un regulador independiente", lamentó recientemente Marín Quemada.
El presidente del organismo, José María Marín Quemada, expresó hace un mes sus dudas sobre la voluntad del Ejecutivo para garantizar la autonomía de la CNMC. "Es curioso que el Gobierno no esté a favor de un regulador independiente", preciso.
En anteriores intervenciones públicas, ha denunciado las presiones de las empresas y los grupos de interés; y ha expresado la necesidad de que la Comisión cuente con consejeros imparciales y de trayectoria intachable. Esto último, por cierto, fue interpretado por la mayoría de los miembros del Consejo como un ataque hacia su labor.
Como vía para garantizar el libre funcionamiento del regulador, el responsable de Control Interno, Carlos Balmisa, expresa en el informe la necesidad de que el presupuesto que se le asigna no sea "limitativo", sino "estimativo", lo que garantizaría un mejor cumplimiento de las funciones de este organismo, sin que esto conlleve un incremento del gasto público. También pide que las cuentas anuales se remitan directamente desde el Gobierno, sin necesidad de que pasen por el Ministerio de Economía y Competitividad, "dada la condición de organismo independiente de la Comisión".
El enfado de la Unión Europea
El auditor cita en el documento un asunto que ha generado una fuerte controversia, como es la falta de competencias sobre el espectro radioeléctrico y sobre los peajes eléctricos. Sobre este último punto, cabe señalar que España es el único país de los 28 miembros de la UE cuyo regulador no tiene la capacidad de fijar estos precios, que influyen de forma significativa sobre el precio de la luz. Esto, según la Comisión Europea, infringe de forma "flagrante" dos directivas comunitarias (D2009/72-CE y D2009/73-CE).
La CNMC pidió el pasado de enero la asunción de esta competencia, actualmente en manos del Ejecutivo. El ministro de Energía trasladó posteriormente a Bruselas su intención de renunciar a ella, pero ni Álvaro Nadal, ni el titular de Economía, Luis de Guindos, han aclarado cómo y cuándo la asumirá el regulador.
El informe dedica varias páginas a hablar de este tipo de carencias, que reconoció el propio Marín Quemada, durante una reciente comparecencia parlamentaria. Para subsanar una buena parte de estas situaciones, Balmisa apuesta por cambiar la ley que da cobertura al regulador.
"Cierto es que la norma de creación de la CNMC es relativamente reciente, pero no lo es menos que las evidentes restricciones estatutarias con las que nació (…) se han visto sobrepasadas por la realidad funcional del organismo (…) y por un nuevo dimensionamiento normativo del sector público regulatorio", lo que pone en cuestión su independencia, su autosuficiencia y su buen hacer, manifiesta.