La venta de Ediciones B a Penguin Random House (Bertelsmann) por 40 millones de euros, anunciada el pasado jueves, aliviará las urgencias financieras del Grupo Zeta, pero no las solucionará. La deuda seguirá condicionando su presente y su futuro y le obligará a continuar con la economía de guerra que impera en la compañía desde que arreció la crisis de la prensa. De hecho, según han confirmado a Vozpópuli fuentes internas, el propósito de sus directivos es el de mantener el drástico programa de recortes que plantearon hace unas semanas a sus trabajadores.
La compañía presidida por Antonio Asensio Mosbah comunicó a su plantilla en marzo su intención de prolongar durante los próximos años los recortes salariales que aplica desde hace más de un lustro. Se escudó en la mala situación económica que atraviesa, con una deuda financiera que asciende actualmente a más de 100 millones de euros y de la que Caixabank (20 millones de euros) y Banco Popular (19,5) son los principales acreedores.
A falta de presentar su memoria anual de cuentas en el Registro Mercantil, el holding de medios de comunicación ha reconocido que durante 2016 perdió 7,7 millones de euros, lo que agravó su crisis financiera y obligó a sus directivos a buscar soluciones para evitar la entrada del grupo en la UCI.
Después de varias jornadas de negociación con los sindicatos, el grupo ha propuesto aplicar un descuento a los salarios del 21% en El Periódico de Catalunya, del 32% en las revistas Tiempo e Interviú; y del 13% en las empresas Ediciones Reunidas, Prodesa y Zeta Servicios y Equipos. En el caso de Sport, los representantes de los trabajadores acudirán próximamente a un arbitraje para cerciorarse de si la empresa tiene el derecho a aplicar un nuevo tijeretazo en las nóminas de sus empleados, han explicado fuentes conocedoras de estas conversaciones.
Contactos con la banca
Durante las últimas semanas, Zeta ha mantenido contactos con la banca acreedora ante la imposibilidad de hacer frente al próximo vencimiento de deuda. De hecho, antes de la venta de Ediciones B habían solicitado 25 millones de euros a las entidades financieras para poder cumplir con sus obligaciones, han precisado otras fuentes internas.
Para intentar enderezar el rumbo del grupo, el equipo de Antonio Asensio ha contratado recientemente a Deloitte para que analice sus activos y le ofrezca su opinión sobre su situación financiera. Según avanzaba este martes El Economista, la consultora le ha aconsejado vender activos por valor de 24,4 millones de euros para garantizar la viabilidad del negocio.
El Grupo Zeta perdió 7,7 millones de euros durante 2016, lo que agravó su crisis financiera.
En concreto, le ha recomendado deshacerse de las revistas Cuore, Viajar y Woman, cerrar El Periódico de Aragón, El Periódico de Extremadura, La Crónica de Badajoz, Interviú y Tiempo; y vender sus plantas de impresión en Barcelona, Córdoba y Alicante –activas-, así como las que mantiene cerradas en Salamanca y Zaragoza.
Entre los medios que la consultora considera viables se encuentran Sport, Mediterráneo y El Periódico de Catalunya. En este último, hace dos años se realizó una ampliación de capital que suscribieron la familia Lara y el empresario cafetero mexicano Domingo Muguira.
Según los registros de Zeta, la empresa del grupo que más pérdidas registró en 2016 fue El Periódico de Catalunya S.L. (-2,2 millones), seguida de Ediciones Zeta S.A. (-1,77 millones), Gráficas de Prensa Diaria S.A. (-1,64 millones) y Ediciones Deportivas Catalanas S.A. (-575.000 euros). En el extremo contrario se encuentra Promociones y Ediciones Culturales S.A., que ganó 726.000 euros.
Todo ello, en un ejercicio en el que sus ingresos (178,1 millones) se desplomaron un 7,2%, principalmente, por el efecto que ha ocasionado la crisis de la prensa sobre sus medios de comunicación.