La débil paz que reinaba en el Grupo Zeta ha vuelto a romperse. Apenas un año después de que la compañía de los Asensio consiguiera refinanciar su deuda y sellar la entrada en el accionariado de El Periódico de Catalunya de la familia Lara y del empresario cafetero mexicano Domingo Muguira –con una importante inversión bajo el brazo-, sus dueños se enfrentan a un proceso judicial, cuanto menos, complejo. El litigio surge tras la denuncia presentada por aproximadamente 600 trabajadores, que reclaman una indemnización porque los directivos de la empresa no han cumplido con la promesa de reducir un 9% su salario que realizaron en 2014, dentro de las negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) que sigue vigente en el grupo.
La primera batalla de este pleito se librará este lunes en la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, donde están citados la empresa y los demandantes. Estos últimos exigen el cobro del porcentaje de su sueldo al que renunciaron (9%) al aceptar el ERTE o, como alternativa, una compensación por el incumplimiento, por parte de sus directivos, del acuerdo firmado hace más de dos años entre ambas partes, han explicado a Vozpópuli fuentes internas.
Si el tribunal acepta esta petición, el Grupo Zeta se vería obligado a desembolsar una cantidad millonaria, lo que complicaría su situación económica. A sabiendas de este hecho, sus abogados han aplazado hasta en dos ocasiones la celebración del juicio; y sus responsables han presionado a sus trabajadores para que retiren la demanda. “Nos han advertido de que, si la Audiencia Nacional falla en su contra, tomarán represalias”, han asegurado a este periódico fuentes sindicales.
La plantilla de este grupo ha sufrido durante los últimos años los duros embates de la crisis de la prensa escrita. Hace unos años, la compañía empleaba a 2.500 trabajadores, mientras que actualmente a algo más de un millar. En 2009, planteó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que segó 442 puestos de trabajo y, poco después, en 2012, una drástica bajada salarial que encrespó aún más los ánimos en sus redacciones.
La crisis se cebó con el Grupo Zeta
Hace dos años, el Grupo Zeta pidió un nuevo esfuerzo a sus empleados, consistente en aceptar una rebaja del 9% de su sueldo (y de los complementos) y del 10% de las horas de trabajo. Entonces, sus sindicatos exigieron que sus directivos hicieran un sacrificio y redujeran su salario en la misma medida que el resto de sus trabajadores. A eso se comprometieron.
El problema es que, en las auditorías que realizó a finales de 2014 y 2015 una empresa externa, se demostró que no han cumplido con esta condición, lo que ha indignado a su plantilla, que hace unos meses decidió interponer una denuncia a la empresa para reclamar una compensación.
Cabe recordar que, después de concluir 2012, 2013 y 2014 en números rojos, el Grupo Zeta logró en 2015 unos beneficios de 13,2 millones de euros, pese al descenso del 4% de su facturación. Esto se debió al considerable aumento de los ingresos financieros que consiguió tras la refinanciación de su deuda, así como a la venta de algunos activos, según detallan fuentes internas.