El Grupo Prisa negocia la venta de Media Capital a Altice NV. En un hecho relevante difundido este lunes por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la propietaria de El País reconoce que “ha mantenido en los últimos días conversaciones de carácter informativo” con la compañía holandesa de telecomunicaciones “a los efectos de que ésta valore la posible presentación de una oferta de adquisición de la participación accionarial” que Prisa tiene en esta empresa portuguesa.
La intención del grupo presidido por Juan Luis Cebrián es obtener 450 millones de euros a partir de la venta de su filial en el país luso, en la que entró en 2005 y de la que posee el 94% de las acciones tras dos OPAs realizadas en 2007. Sin embargo, Altice NV no estaría dispuesta a alcanzar ese precio, según revela la publicación 'Expresso'.
La operación confirmaría la intención de expandirse en Portugal de Altice, un grupo que hace dos años adquirió la tercera empresa de telecomunicaciones del país, Portugal Telecom.
El motivo por el que Prisa quiere deshacerse de su filial audiovisual portuguesa es financiero, dado que este negocio no ha dado señales de debilidad. Todo lo contrario. En 2016, facturó 174 millones de euros (-0,2%) y sus ingresos publicitarios crecieron el 4,1%. Su margen EBITDA fue un 1,9% mejor que en 2015.
No hay que olvidar que a finales de 2018 el holding de los Polanco tendrá que hacer frente a un vencimiento de deuda de 956 millones de euros, que será imposible que complete a partir de los beneficios que obtiene de sus negocios. Eso ha obligado a sus gestores a explorar alternativas, que podrían pasar por la venta de Media Capital o la Editorial Santillana; o por buscar nuevas vías de financiación. Esto último, reconocido por el propio grupo en su informe anual de actividad, correspondiente a 2016.
Dada la incertidumbre que se ha generado al respecto, se aguarda con un especial interés el discurso que pronunciará el próximo viernes en la Junta General de Accionistas su presidente, Juan Luis Cebrián, cuya forma de dirigir Prisa ha sido muy cuestionada en los últimos meses por algunos de sus socios, con el fondo buitre Amber Capital a la cabeza.
