Los negocios de los hijos de los fundadores del Grupo Prisa no atraviesan por su mejor momento. De hecho, su situación financiera es preocupante. Timón S.A., el grupo que aglutina varias de las sociedades controladas por los descendientes de Jesús de Polanco y de Francisco 'Pancho' Pérez, perdió durante el año 2015 un total de 44,8 millones de euros como consecuencia, principalmente, del deterioro del valor de su participación en la firma de inversión Asgard y en la dueña de El País, Santillana y la Cadena SER. Desde 2014, su déficit han ascendido a 155,7 millones de euros.
No corren buenos tiempos para la prole de los fallecidos Jesús de Polanco y 'Pancho' Pérez, con intereses en sectores como los medios de comunicación, el hotelero o las energías renovables. La falta de acierto en determinadas inversiones y la incuestionable decadencia del Grupo Prisa han hecho que pierdan decenas de millones durante los últimos años y han ocasionado grietas en el casco de su holding empresarial.
Según se especifica en el último informe anual de cuentas presentado Timón S.A., las sociedades Promotora de Publicaciones y Asgard Inversiones generaron pérdidas de 33,8 y 14,2 millones de euros durante 2015. Sus resultados contrastan con los obtenidos por la empresa de inversión Nomit Global y por el fondo de capital riesgo Qualitas Venture Capital, que ganaron 83.084 y 4.465.749 euros, respectivamente. También acabó el ejercicio con superávit (10,7 millones) su negocio de hoteles de lujo en Tenerife, Tropical Hoteles.
De sobra es conocida la profunda crisis financiera que atraviesa Prisa, que le ha obligado desde 2013 a deshacerse de activos estratégicos como Digital Plus, Ediciones Generales (Alfaguara) o su participación en Mediaset. Pese a ello, todavía debe a sus acreedores más de 1.500 millones de euros, lo que ha obligado a sus gestores a poner a la venta la editorial Santillana: la joya de la corona del grupo.
El Grupo Prisa todavía debe 1.500 millones de euros a la banca acreedora, en la que se encuentran Santander, Caixabank y HSBC.
Más allá del negocio de los medios de comunicación, los Polanco también han asistido durante los últimos tiempos al deterioro de su ambiciosa inversión en el sector de las energías renovables. En 2015, el valor de su participación en la empresa FSL Solar S.L. -dedicada al desarrollo y la promoción de proyectos energéticos- descendió en 12 millones de euros. Eso sí, esta caída no fue óbice para que el fondo de capital riesgo de la familia, Qualitas Venture Capital, repartiera un dividendo de 3,9 millones de euros.
Recientemente, esta sociedad ha ingresado 5,6 millones de euros por la venta de su participación en Jobs and Talent S.L., una plataforma digital de búsqueda de empleo que cuenta con 10 millones de usuarios registrados, según sus datos.
Favor de los bancos
La relación de Timón S.A. con la banca ha atravesado por diferentes etapas durante los últimos años y, desde luego, no ha sido idílica. En junio de 2012, la sociedad firmó la novación de su préstamo sindicato por un importe de 294,3 millones de euros y extendió su vencimiento hasta mayo de 2015, con la posibilidad de que esa fecha se ampliase hasta el mismo mes de 2017 si se alcanzaban determinados objetivos que no se especifican en sus cuentas.
En julio de 2015, pese al incumplimiento de determinadas cláusulas del contrato con los bancos, estos acreedores accedieron a reestucturar la deuda del grupo. Ampliaron su vencimiento hasta mayo de 2018 -ampliable hasta 2020-, y fijaron el importe a pagar en 287,31 millones de euros.
Este préstamo está dividido en dos tramos: uno por un importe máximo de 197,31 millones y otro por 90 millones. “En caso de desequilibrio patrimonial, el tramo B será convertible en préstamo participativo por aquel importe suficiente para restablecer el equilibrio patrimonial”, detalla el auditor de Timón S.A., que incide en que en 2015 se amortizó de forma anticipada una cantidad de 12,8 millones de euros.
Está claro que los negocios de los Polanco han vivido mejores tiempos. Principalmente, el de Prisa, una compañía que ha provocado a sus gestores varios dolores de cabeza desde el fallecimiento del 'patriarca' de la familia.