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Marín Quemada reconoce la guerra en la CNMC: “hay situaciones que no son normales”

José María Marín Quemada se ha referido en su comparecencia en el Congreso de los Diputados a las fuertes tensiones internas que se viven en el organismo que encabeza. “Vamos a darle tiempo a esta Institución (joven) para que se normalicen algunas situaciones que no son normales”, ha afirmado.

  • El presidente de la CNMC, José María Marín Quemada

El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha reconocido este miércoles, durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso, la existencia de "divisiones internas" dentro de la Institución que encabeza, las cuales, según publicó Vozpópuli, han provocado distorsiones en su funcionamiento. José María Marín Quemada ha afirmado que en el día a día del organismo se producen “algunas situaciones que no son normales”, aunque ha pedido algo de tiempo mientras sus miembros trabajan para que las aguas vuelvan a su cauce: “Vamos a esperar a que todo vaya encontrando su espacio y a darle tiempo” a un órgano “joven”.

Durante su intervención en sede parlamentaria, y en respuesta a las preguntas planteadas por los portavoces de la oposición, se ha referido al conflicto interno de esta forma: “Vamos a darle tiempo a la Institución para que se vayan normalizando algunas situaciones que soy el primero en compartir con ustedes que no son normales”, ha precisado.

Las tensiones entre los consejeros de este organismo han sido constantes desde prácticamente el momento de su constitución, el 7 de octubre de 2013. En concreto, la pelea interna se inició a mediados de 2014, cuando el Consejo quedó dividido en dos bloques. A un lado, se encontraban los afines al presidente, José María Marín Quemada, y, al otro, los críticos con la línea que ha seguido durante su mandato. En este último bando, se encuentra la vicepresidenta y responsable de la Sala de Supervisión Regulatoria, María Fernández.

Esta rivalidad ha enturbiado la atmósfera de este organismo y ha provocado que una buena parte de las decisiones que se han tomado en su seno desde mayo de 2014 hayan estado acompañadas por polémicos votos particulares.

Batalla por Uber y Airbnb

La batalla se recrudeció el pasado marzo, cuando el organismo publicó los resultados preliminares de una consulta pública sobre los nuevos modelos de economía colaborativa (Blablacar, Uber, Airbnb, etc.). El responsable de Promoción y Competencia, Antonio Maudes, difundió este documento sin avisar al Consejo, lo que encendió la mecha entre los más críticos con el presidente, que lo consideraron como una grave falta de respeto a la institución y como una extralimitación de sus funciones. Exigieron entonces su destitución, una competencia que el máximo responsable del organismo consideró que, por ley, es suya.

Los consejeros que expresaron su "pérdida de confianza" en Maudes -mayoría- fueron Eduardo García Matilla, Clotilde de la HigueraDiego RodríguezFernando Torremocha y Benigno Valdés, además de la vicepresidenta del organismo, María Fernández.

Desde que sucediera este episodio, y desde que el presidente se negara a realizar ningún movimiento con respecto al director de Promoción y Competencia, Torremocha y Valdés se han ausentado premeditadamente de varios plenos del organismo, en los que se había programado la intervención de Maudes. A estos dos consejeros se ha unido en las algunas reuniones García Matilla, según precisaron a Vozpópuli fuentes internas.

Retocar la Ley de Competencia

Durante su comparecencia de este miércoles, Marín Quemada ha abogado por "retocar" la Ley de Defensa de la Competencia de 2007, ya que las sanciones que contempla "continúan estando lejos de ser disuasorias".

En su opinión, la cuantía de las multas en materia de competencia, que en 2015 alcanzó cifras récord, "no siempre es equiparable, a veces ni de lejos, al daño que producen los cárteles" en los mercados en los que operan, según señala Europa Press.

A este respecto, ha subrayado que ésta es "una gran ley" porque se aprobó con el consenso de todos los grupos parlamentarios tras un intenso proceso de debate y reflexión. "Diez años después de su aprobación y con mucha experiencia en su aplicación, convendría abrir de nuevo este proceso con el mismo rigor", ha agregado.

El presidente de la CNMC ha apostado por reformar la Ley de Competencia, aprobada en 2007, para adaptarla a la nueva realidad de la economía española

Durante su intervención, ha detallado la actividad de un organismo cuyo Consejo se ha reunido desde su fundación en 360 ocasiones: 64 veces en pleno, 141 en la Sala de Competencia y 155 en la Sala de Regulación. Entre los hitos que ha destacado se encuentra el del desmantelamiento de varios cárteles, lo que ha derivado en un ahorro de 1.260 millones de euros para los consumidores desde 2014.

El presidente ha destacado que, pese a la lentitud en el pago de las multas por parte de las grandes empresas, como consecuencia del largo proceso judicial que se activa cuando las recurren, finalmente su abono se realiza.

“Hemos cobrado el 80% de las sanciones que se han impuesto. Cosa distinta es que quien quiera debilitar a la Institución o introducir dudas interesadas trate de instalar a través de los medios que las sanciones nunca se pagan. Eso es absolutamente incierto”, ha aseverado.

Sobre las sospechas sobre las injerencias del Gobierno en la toma de decisiones del organismo, ha sido tajante: “Soy muy opaco a eso. ¿Qué (esa actitud) me ha producido una notable pérdida de amigos en los últimos 3 años? Eso es que no eran tan amigos”.

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