En ocasiones las criaturas con las que nos cruzamos a diario esconden increíbles secretos. Es el caso de la mariposa Graphium sarpedon, conocida en algunos lugares como 'botella azul' y bastante común en el sudeste asiático y Australia. El investigador Kentaro Arikawa, profesor de Biología en la Universidad de Sokendai, en Japón, fijó un día su atención en estos insectos y analizó su forma de ver el mundo. El resultado de su estudio se publica esta semana en la revista Frontiers in Ecology and Evolution y es un descubrimiento excepcional. Las mariposas 'botellas azules' tienen hasta 15 tipos de fotorreceptores que detectan distintas longitudes de onda y le permiten detectar una enorme variedad de colores.
“El descubrimiento de 15 tipos diferentes en un ojo es realmente impactante”
Estas mariposas poseen unos ojos bastante grandes en comparación con otras especies y utilizan sus alas iridiscentes verdes y azules para la comunicación visual entre ellas. Este rasgo fue una primera pista que indicó a Arikawa que la visión de estos insectos debía ser muy buena. "Hemos estudiado la visión de muchos insectos durante muchos años", explica, “y sabemos que el número de receptores varía mucho de especie en especie. Pero el descubrimiento de 15 tipos diferentes en un ojo es realmente impactante".
Poseer varios receptores sensibles a longitudes de onda distintas posibilita la percepción de los colores. Los primates, por ejemplo, tenemos tres tipos de conos que se estimulan con ondas de longitud larga, media y corta, mientras que otras criaturas, como la langosta mantis tienen una variedad mucho más amplia de receptores. El estudio de Arikawa ha determinado que las mariposas de la especie Graphium sarpedon poseen un receptor para la luz ultravioleta, otro para el violeta, tres que responden a diferentes tipos de luz azul, uno para el azul/verde, cuatro para la luz verde y cinco para las variaciones del rojo.
¿Para qué necesitan estos insectos tal variedad de receptores? Los autores del trabajo creen que la mariposa utiliza cuatro de ellos para la visión "rutinaria" y que los otros once le sirven para captar estímulos muy concretos en el ambiente, como objetos que se mueven a gran velocidad contra el cielo o flores coloridas ocultas entre la vegetación. Un sistema similar se ha encontrado en otra mariposa asiática estudiada anteriormente, Papilio xuthus, aunque en este caso solo tenía seis fotorreceptores.
"¿No es fascinante imaginar cómo verán estas mariposas el mundo?"
"Las mariposas pueden tener algo menos de agudeza visual que nosotros, pero en muchos aspectos tienen una clara ventaja: tienen un campo visual muy grande, una capacidad superior para perseguir objetos en movimiento y pueden distinguir incluso luz ultravioleta y polarizada", concluye Arikawa. "¿No es fascinante imaginar cómo verán estas mariposas el mundo?".
Referencia: Extreme spectral richness in the eye of the Common Bluebottle butterfly, Graphium sarpedon (Frontiers in Ecology and Evolution) DOI: 10.3389/fevo.2016.00018 | Imágenes: Charles Lam y Brijesh Ep (Flickr, CC)