La escena tuvo lugar el 10 de junio de 2015 en el acantilado llamado Aswan sobre la superficie 67P/Churyumov–Gerasimenko. El instrumento OSIRIS a bordo de la sonda Rosetta registraba el momento en que, en este mundo efímero de sombras y luces, una parte del acantilado se venía abajo dejando un rastro de polvo y escombros y mostraba, durante unos instantes, el prístino núcleo de hielo del cometa.
El derrumbe mostró, durante unos instantes, el prístino núcleo de hielo del cometa
En un trabajo publicado este martes en Nature Astronomy, el equipo de Maurizio Pajola muestra el análisis detallado de las imágenes de alta resolución. Estas explosiones son muy frecuentes en la fase activa de los cometas, pero hasta ahora sus causas no se conocían directamente. Se sospechaba que podrían estar causadas por corrimientos de tierra en la superficie, pero las pruebas presentadas en este trabajo muestran por primera vez la “pistola humeante”.
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Los autores muestran que el colapso del acantilado genero la explosión luminosa registrada por Rosetta desde la órbita del cometa y que remodeló la orografía de la zona. El derrumbe creó una pila de escombros observable en el fondo del acantilado y expuso un fragmento del interior del núcleo, que es brillante debido a que se trata de agua helada.
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Los astrónomos pueden afirmar ahora que este tipo de derrumbes son los causantes de las explosiones que se observan durante la fase activa de los cometas y que dejan al descubierto material de su interior, que se formó en las zonas frías del Sistema Solar en los primeros momentos de su formación, aseguran.
Referencia: The pristine interior of comet 67P revealed by the combined Aswan outburst and cliff collapse (Nature Astronomy) DOI 10.1038/S41550-017-0092