El Gobierno abandona los eufemismos tras conocerse el proyecto de ley de secesión que impulsa la Generalitat. "Golpe de Estado" es la calificación que, abiertamente, han utilizado dos miembros del Ejecutivo para referirse al desafío independentista liderado por Carles Puigdemont.
El texto que preparan los secesionistas catalanes es "un verdadero golpe de Estado", señaló el habitualmente prudente Íñigo Méndez de Vigo, titular de Educación y portavoz del Gabinete. La ministra de Defensa, Dolores Cospedal, se refirió abiertamente a "un intento de golpe de Estado", porque, en su opinión, "lo que está haciendo desde hace tiempo la Generalitat es amenazar constantemente al Estado". Y añadió, en una entrevista en Onda Cero, que "si no estuviéramos hablando de políticos, sino de militares, hablaríamos de "un intento de golpe de Estado o una amenaza de golpe de Estado".
Chantaje y amenaza
La expresión siempre evitada desde el Gobierno empieza a abrirse paso. Alfonso Guerra, ya hace tiempo, denominó el proceso secesionista como "un golpe de Estado a cámara lenta". Los ministros de Rajoy han decidido abandonar las medias palabras, animados por el propio Rajoy quien este lunes retó abiertamente a Puigdemont a un 'cara a cara' en el Congreso para que explique sus planes. "Es lo más grave que he conocido en mi vida política", dijo el presidente del Gobierno, quien tachó a los planes de la Generalitat de "chantaje y amenaza" para el resto del Estado.
Dijo también Rajoy que la 'operación diálogo' que lidera la vicepresidenta Saénz de Santamaría sigue en pie, que la oferta de diálogo no se retira, pero exigió a Puigdemont que abandone su proyecto al que calificó de "inaceptable". El ministro portavoz también invitó al presidente de la Generalitat a acudir al Congreso para que "se explique ante todos los españoles".
El tono del Ejecutivo ha subido en forma palmaria tras la senda abierta por Rajoy. Se da la circunstancia de que los Reyes se encuentran este martes en Barcelona para presidir un acto de entrega de becas de la Fundación la Caixa, un acto tradicional que se celebra en uno de los momentos de mayor tensión entre el Gobierno catalán y el central.
