El portavoz de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, José Luis Ábalos, no ha dejado la más mínima puerta abierta a que el PSOE vote a favor de la moción de censura planteada por Podemos contra Mariano Rajoy, a pesar de que cree que este Gobierno merece “una clara reprobación y la aplicación de un correctivo político” por parte del Congreso. Además, tampoco se ha comprometido ante la invitación de Pablo Iglesias para presentar otra en el futuro y ha defendido que aunque los 'populares' saldrán "reforzados" de la censura de hoy, "no salvarán la que planteen los españoles". De esta manera, Ábalos ha situado en las próximas elecciones generales el momento en el que podrán descabalgar al PP de La Moncloa.
Por lo pronto, ha defendido la abstención ante la iniciativa de Podemos porque duda de su auténtica "intencionalidad". Y ha blandido un argumentario interno del partido morado para defender que lo que de verdad quiere es ir contra el PSOE.
Pese a esto, Ábalos ha recogido con buen agrado la invitación al acuerdo que le ha lanzado el partido morado. Pero no para una moción de censura que, ha dicho, no es viable porque ni tiene los números para salir adelante ni daría el paso a un gobierno con una mayoría parlamentaria suficiente, sino para poner en marcha todos los cambios legislativos en los que ambos partidos están de acuerdo, construyendo "mayorías alternativas" que permitan "revertir los recortes sociales y de libertades".
Y Pablo Iglesias ha coincidido en que hay mucho margen para el entendimiento, aunque su objetivo, ahora y a largo plazo, es esa moción de censura que, ha recalcado, el propio Pedro Sánchez ha dicho que no descarta presentar más adelante. “Estamos dispuestos a ser todo lo generosos que toque”, ha garantizado.
El líder de Podemos ha dejado así de lado su perfil más agresivo, al que ha dado rienda suelta con Albert Rivera, y ha tenido muchas buenas palabras hacia el PSOE, el de siempre, porque se ha adelantado a la primera intervención de Ábalos alabando a unas siglas que han sido “fundamentales para la historia de España”, pero, sobre todo, para el nuevo PSOE cuya nueva era ha proclamado también Ábalos.
Eso sí, el portavoz socialista ha dado un toque a Iglesias después de que éste empezara su intervención criticando a su antecesor, Antonio Hernando, y todavía 'número dos' del Grupo Socialista, Miguel Angel Heredia. En un arranque de fraternidad que parecía inquebrantable, Abalos ha aprovechado estos ataques para defender a sus compañeros y lanzar un claro mensaje de cohesión interna.
“Le pido que no ofenda a mis compañeros, puedo discrepar de ellos pero son mis compañeros”, le ha advertido el socialista, que ha elevado el tono contra Iglesias sólo para advertirle de que si no entiende “la pluralidad” del PSOE difícilmente puede entender la de España. Eso sí, ha tirado de ironía para explicar que el problema es que los socialistas ni ocultan ni disimulan nada. “Cada vez somos más naturales”, ha bromeado.
Si el valor de estas palabras se mide en los aplausos, se puede decir que el ataque de Iglesias ha logrado unir al Grupo: todos han aplaudido en pie las dos intervenciones de Ábalos y entre quienes lo han hecho con más ganas están muchos de quienes han apoyado a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en la batalla interna socialista.
"A veces abstenerse tampoco es tan grave"
Ábalos ha pasado de puntillas por este episodio interno, sin querer hacer sangre entre los suyos, aunque ha dejado una frase que, sin lugar a dudas, dará pie a muchos comentarios y más interpretaciones: “A veces abstenerse tampoco es tan grave”, ha afirmado, hasta en dos ocasiones. Aunque hablaba de la abstención que el PSOE le pidió a Podemos después de la elecciones del 20 de diciembre, a muchos la mente se la ha ido a la investidura de Mariano Rajoy y el 'no es no' que abanderó Pedro Sánchez y dividió profundamente al partido.
Ábalos sí se ha extendido al recordar que el partido morado se negó a permitir entonces un gobierno de cambio y ha defendido su acuerdo con Ciudadanos, aunque hoy lo situado clarísimamente como “la nueva derecha española” y ha denunciado que no se ha enfrentado a la corrupción cuando ha tenido oportunidad de hacerlo frente a los gobiernos del PP en Murcia y la Comunidad de Madrid. Pero ha recalcado que en marzo del año pasado hubo una oportunidad de abrir una nueva etapa con un acuerdo que no sólo no era “un cheque en blanco” sino que, además, ya incluía muchas de las propuestas que Podemos ha llevado al Congreso en esta moción de censura.
Además de apuntar el camino de posibles acuerdos con Podemos, el portavoz socialista se ha esforzado en dejar claro que quiere que su partido no solo rechaza este Gobierno, sino que va a liderar la oposición. Por eso, ha aprovechado su intervención para anunciar que la próxima semana los socialistas presentarán una reprobación al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, después de que la sentencia del Tribunal Constitucional contra su amnistía fiscal.
Iglesias ya ha adelantado que la apoyarán, pero ha defendido que esas reprobaciones, como la que ya salió adelante contra el titular de Justicia, Rafael Catalá, no van a ningún sitio, mientras que una moción de censura sí puede acabar con el Gobierno al completo. Y ha querido sellar esta nueva etapa en sus relaciones acercándose al bajar de la tribuna al escaño de Ábalos para ofrecer la imagen de ambos estrechándose la mano.