Pedro Sánchez está resignado a recorrerse toda España sin ningún tipo de protección especial para desarrollar su campaña de elecciones primarias, después de que le haya sido retirada la escolta por parte del Ministerio del Interior. Fuentes del departamento aclaran que este tipo de decisiones no obedecen a ninguna motivación política sino a “estrictos criterios policiales” que emanan de los análisis que hacen los servicios de información y la unidad de protección de personalidades, de los que dan traslado directo a la secretaría de Estado de Seguridad. Antes la dirigía el ahora diputado Francisco Martínez y desde la última remodelación ministerial lo hace el exalcalde de Córdoba José Antonio Nieto, bajo las órdenes del nuevo titular de Interior, Juan Ignacio Zoido.
Interior aclara que en la autorización o retirada de los servicios de escolta intervienen solo criterios policiales
Sánchez disponía de escolta personal las 24 horas del día desde que se aupó a la secretaría general del PSOE a finales de julio de 2014, protección que nunca perdió durante el desempeño del cargo. Dejó su responsabilidad en el PSOE el 1 de octubre, un mes después su asiento en el Congreso y ahora el Ministerio del Interior ha decidido retirarle los policías que había puesto a su servicio por entender que su seguridad no corre peligro ni necesita, por tanto, de una vigilancia especial.
Sin embargo, alguien tan conocido como él, después de estar más de dos años en el candelero, no solo no ha dejado la política sino que se ha comprometido públicamente a recorrer toda España para participar en la campaña que, presumiblemente, debería desembocar en la celebración de unas elecciones primarias en fechas previas al congreso previsto por el PSOE para junio. Sánchez hizo su arrancada el último fin de semana de noviembre en la localidad valenciana de Xirivella y este sábado tiene previsto reaparecer en el pueblo asturiano de El Entrego, antes de cubrir otros actos en Extremadura y Andalucía.
Sánchez está resignado a recorrerse de nuevo toda España en su coche particular y sin protección
Fuentes socialistas informan que la empatía del exsecretario general con los ciudadanos sigue siendo alta y que hasta el momento no ha protagonizado ningún acto público en el que se haya encontrado inseguro, más bien todo lo contrario. La única ocasión en que su equipo de confianza pensó que podía enfrentarse a alguna sorpresa desagradable le llegó en septiembre, pocas semanas antes del tormentoso comité federal en el que dimitió, cuando el aluvión de la militancia gallega obligó a reforzar su escolta en la localidad coruñesa de Oroso. Los organizadores de la comida mitin en la que se degustó pulpo y empanada a tutiplén, llegaron a temer por su seguridad ante la sospecha, que luego resultó injustificada, de que entre los más de 2.000 parroquianos se hubiera infiltrado algún indeseable.
