En esta ocasión, sí se ha dejado guiar por la lógica. Antes de votar ‘no’ a Mariano Rajoy y violar el mandado del máximo órgano de su partido entre congresos, Pedro Sánchez ha preferido renunciar a su escaño. Lo ha hecho anunciando a los medios que aspira a mantener viva su carrera política, con un objetivo evidente: volver a competir con las manos libres por la secretaría general en el congreso extraordinario que más pronto que tarde tendrá que convocar la gestora presidida por el asturiano Javier Fernández. A partir de este lunes, ha advertido, volverá a recorrer toda España para exponer el proyecto con el que pretende recuperar el sillón de Ferraz.
Sánchez asegura que la gestora ha tomado un rumbo equivocado y anticipa que dará la batalla por recuperar la secretaría general
Con la entrega de su acta, Sánchez se ha liberado del vacío que iba a sufrir en su grupo parlamentario durante una legislatura de duración incierta. Esta tarde, la mayoría de los 83 diputados que le quedan al PSOE en el congreso respetarán la resolución del último comité federal y de manera disciplinada se abstendrán en la investidura de Rajoy. A los obedientes no les secundarán ni los siete diputados del Partido Socialista de Cataluña ni los ocho restantes que han anunciado que llevarán hasta el final su ‘no’ al candidato del PP. Sánchez ha dicho de ellos que representar el sentir de la mayoría de los votantes y militantes del PSOE, a los que ha elogiado. “Yo no he escogido ninguna de las opciones que me dejaba la gestora. Si me hubiera abstenido, habría traicionado mi palabra y si hubiera votado ‘no’, habría quebrantado la resolución del comité federal. Por eso he renunciado a mi escaño sin renunciar a mis ideas”
El exsecretario general ha sido rotundo en sus críticas a la gestora, a la que ha advertido de que cometería “un grave error” si expulsara esta tarde a los diputados que se opondrán con su voto a la investidura de Rajoy. Además, ha señalado que una decisión tan grave tendría que pasar por un congreso y, además, el reglamento del Congreso y la propia Constitución contemplan el voto en conciencia. En defensa de sus posiciones, ha anticipado que no solo no deja la política, sino que volverá a presentar en el próximo congreso extraordinario una alternativa a las federaciones que han querido acabar con él que será “leal” a su partido y descansará “en un proyecto autónomo alejado del PP”, en el que la militancia “haga valer su voz”.
La rebeldía de Sánchez aboca al PSOE a una crisis prolongada que no se encauzará hasta el próximo congreso
Sánchez ha enfatizado su profundo desacuerdo con la decisión adoptada por el máximo órgano del partido entre congresos de facilitar la investidura de Rajoy y ha reprochado también a la dirección provisional del PSOE que no haya optado por una abstención selectiva, la de solo los 11 diputados que necesita el PP, empujando a la mayoría de los representantes socialistas que se sientan en el Congreso a “romper nuestro compromiso electoral”. El exsecretario general ha recordado que en el último comité federal el 40% de sus miembros votaron en contra de la abstención, la misma secuencia conocida en la mayoría de las agrupaciones socialistas. “Yo tengo otra noción de hacer política, hace falta ejemplaridad”, ha atacado a la gestora, después de mostrar su emoción, ha llegado incluso a llorar, por la “decisión tan dolorosa” que le ha llevado a abandonar el grupo parlamentario socialista. “No podía faltar a mi partido ni a millones de militantes y votantes que confiaron en mí”, ha dicho con los ojos enrojecidos
Ahora lo que les queda a los sanchistas es presionar a tope a la gestora para que convoque cuanto antes el congreso en el que debe decidirse el nuevo liderazgo. Si no hace trampas, debería estar precedido por unas elecciones primarias, la cita que espera Pedro Sánchez para medirse con la presidenta andaluza, Susana Díaz, o con quien vuelva a cruzarse en su camino.
El exlíder socialista comenzará a recorrer toda España a partir del lunes para preparar el congreso extraordinario
A Sánchez le servirá bastante su experiencia en las primarias de 2014. En aquel verano se enfrentó con el vasco Eduardo Madina y el profesor granadino José Antonio Pérez Tapias y triunfó con casi el 50% de los votos. La carrera que ahora emprende es más compleja porque en ella ya no tendrá el apoyo de la federación andaluza ni tampoco de las que la han secundado y favorecido su desalojo de la secretaría general. En todo caso, la intención de ajustar cuentas está servida