Es el tricornio de Podemos, pero su patriotismo no es de "hojalata", como él dice, sino de "compromiso con la gente". Veintitrés años en el Instituto Armado y dieciocho de ellos implicado en el sindicalismo benemérito -ha sido desde secretario provincial hasta portavoz nacional de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC)- otorgan a Juan Antonio Delgado Ramos (San Fernando, Cádiz, 1971) bagaje suficiente para detectar las carencias que subyacen en la obra del Duque de Ahumada. También sigue muy de cerca lo que ocurre dentro de la Policía Nacional y en el seno de las Fuerzas Armadas. De todo ello fiscaliza ahora al Gobierno desde su escaño en el Congreso, convencido, no obstante, de que terminará volviendo al coche patrulla. Cercano y directo, como siempre, analiza en esta entrevista con Vozpópuli cómo afronta Podemos el próximo curso político.
-¿Cree que el PSOE está dando pasos acertados para entenderse con Podemos y sacar juntos al PP del Gobierno?
Estamos en plena transición del Partido Socialista. Han pasado de decir que eran de centro, eso lo recordamos todos incluso de boca del señor Pedro Sánchez, a decir que son la izquierda. Detrás de todo ese mecanismo de marketing ahora tiene que venir la realidad. Veremos a partir de septiembre si de verdad son de izquierdas y si quieren hacer las políticas que hacen los partidos de izquierdas. Lo más importante es echar a un partido de derechas como el PP, pero no porque sea de derechas (a los que somos izquierda preferimos que gobierne la izquierda), sino por lo que hemos visto todos estos años. Y ya no sólo me refiero a casos gravísimos de corrupción, a que España sea uno de los países más corruptos a nivel de partidos políticos de la Unión Europea, sino a las políticas de sufrimiento para muchísima gente. Ya nos olvidamos de los desahucios que se han producido en este país, de ese empleo del que presumen en el PP, pero que, en realidad, son contratos de tres horas o de una semana, sueldos miserables... Hace unos años se llamaba mileuristas a los que estaban en la peor situación, pero hoy día ya hay mucha gente que dice 'ojalá fuéramos mileuristas'.
-En el caso de Podemos, que ya está dispuesto a entrar en gobiernos del PSOE, ¿se han impuesto al final las tesis errejonistas?
-No lo sé. Creo que se impone lo que necesita este país en el momento concreto. Ahora mismo, al no tener mayoría Unidos Podemos y si existe esa necesidad de echar al Gobierno de Rajoy, hay que hacer todo lo que se pueda... Hombre, lógicamente, como te digo, a nosotros nos gustaría gobernar solos para poder poner en práctica nuestro programa electoral, como a todos los partidos. Pero mientras no tengamos esa posibilidad, lo que no podemos hacer es quedarnos con los brazos cruzados, por eso planteamos recientemente una moción de censura. Que tuvo los apoyos que tuvo, pero que demostró que fuimos valientes. Así, cuando lleguen las elecciones, los que nos votaron podrán ver que no les hemos defraudado. Por ejemplo, Rajoy no está en el gobierno gracias a nosotros, mientras otros no pueden decir lo mismo. Si tenemos que hacer un esfuerzo será para lo importante, para que este Gobierno de derechas no gobierne, y eso no es hacer ni las políticas de Errejón, ni las políticas de Pablo (Iglesias), ni las políticas de nadie. Son las políticas que necesita este país.
-¿Fueron suficientes, a su juicio, las explicaciones que dio Rajoy al declarar como testigo en el 'caso Gürtel'?
-No fueron suficientes ni para mí ni para nadie. Incluso tampoco para ellos. Fue absolutamente bochornoso el tener por primera vez en la historia a un presidente declarando ante un tribunal por cuestiones de corrupción. Tendría que haber dicho mucho más. ¿Que sea culpable o no? No estoy diciendo eso. Lo que estoy diciendo es que cómo es posible que una persona que se ha dedicado toda la vida a la política, ahora resulta que sólo se acuerda de lo que le interesa. Tendría que haber dicho mucho más. Por responsabilidad con este país, por lo que la gente está luchando, que lo está pasando mal... Un mínimo de decencia política. Fue lamentable también su actitud, su prepotencia, su arrogancia, creyendo que estaba en el Congreso. Los que se dan tantos golpes de pecho con España, el Estado de Derecho y la democracia, son luego los que intentan poner a sus jueces, a sus fiscales. Eso no es Estado de Derecho.
Si tenemos que hacer un esfuerzo será para lo importante, que este Gobierno de derechas no gobierne, y eso no es hacer ni las políticas de Errejón ni las de Pablo
-¿Crees que el PNV, que tiene aquí la llave, permitirá la comparecencia de Rajoy en el Congreso sobre esta tema? La Diputación Permanente lo verá el próximo día 24.
-El PNV no se está comportando a la altura. Con eso de que 'somos un partido nacionalista y sólo nos interesa lo del País Vasco'... El PNV está ahora mismo hipotecado con ese reciente acuerdo de los Presupuestos. Sabemos lo que sabemos, pero después hay un pacto táctico, secreto, con el PP. Un pacto de legislatura. Y al final, se entienden muy bien porque son partidos de derechas. Lo hemos visto. Cuando hablan de dinero, de Presupuestos, siempre se ponen de acuerdo. El PNV está a otra cosa, pero desde luego no está para poner al PP entre la espada y la pared. No me espera nada. También dijeron que no iban apoyar a Rajoy y han terminado haciéndolo.
-En relación ahora al conflicto catalán, ¿qué le parece que desde Podemos Cataluña se animen a la participación en un referéndum de independencia previsto para el 1 de octubre?
-Nosotros siempre hemos dicho desde Podemos que el PP es una fábrica de independentistas. Este problema no era el mismo hace 10 años o incluso más. El Partido Popular lo que ha hecho es echar mucha gasolina a un problema político que hay que solucionar, que hay que ponerse a hablar y en el que hay que sentarse. Y punto. No hay otra forma de llegar al acuerdo. Y se opusieron al Estatuto de Cataluña. Desde Podemos decimos que hay que ser respetuosos con la ley, pero que las leyes se cambian. Es decir, no te puedes parapetar detrás de la ley para decir que esto no se puede hacer. Eso es lo que ha hecho el PP. Entonces, hay que hacer pedagogía y política con mayúsculas para sentarse a hablar con todo el mundo, y de todos, sin miedo. Las prohibiciones y el 'no pasarán' no solucionan nada. Nosotros siempre hemos sido partidarios de que la gente pueda decidir respetando la ley que entre todos nos fijemos.
Están muy bien los derechos de las plurinacionalidades, por supuesto, pero es importante que se cumplan los derechos sociales que no se están cumpliendo
-Me está hablando de la postura oficial de su partido, la del referéndum pactado, pero le preguntaba por la de Podemos Cataluña...
Podemos es un partido no ya con muchas corrientes, sino con muchas sensibilidades, que entiende la democracia como en el resto de países de Europa, pero más pura, sin recortar derechos. Nosotros no abogamos por fomentar derechos. La base de todo esto, en Cataluña, en Andalucía, en Galicia, es respeto a las leyes, pero las leyes se cambian. El Partido Popular diría respeto a la ley y ahí se quedaría. En Podemos puede haber un debate, pero es que también lo estamos viendo en el Partido Socialista. Mire lo que dice Pedro Sánchez y lo que dice Susana Díaz. Dicen lo contrario. Eso es bueno, sano y democrático. En Podemos no somos un ejército al grito de "¡Firmes!".
-Sin salirnos de la plurinacionalidad, ¿ve a Podemos negociando una reforma constitucional, como plantea el PSOE, o cree que el problema de Cataluña no puede esperar?
-Todas las vías de solución o de mejora son positivas. Supongo que dentro del partido, los más preparados en Derecho Constitucional, lo estarán valorando. Lo que no es positivo es no proponer, hacer como hace Rajoy, meter miedo a la gente y enfrentar muchas veces a los catalanes con el resto de España. Cuando sale el señor Albiol lo que hace es insultar. Eso no sirve. Ahora, todas las propuestas, bienvenidas sean y serán estudiadas. Frente a los que han querido blindar la Constitución, nosotros llevamos en nuestro programa electoral propuestas para reformarla. Pero, sobre todo, para garantizar los derechos de las gentes. Están muy bien los de las plurinacionalidades, por supuesto, pero es importante que se cumplan los derechos sociales que no se están cumpliendo. Por ejemplo, el derecho a una vivienda digna, frente a los desahucios.
-¿Cree que la comisión de investigación del presunto uso partidista del Ministerio del Interior en la etapa de Jorge Fernández Díaz (PP) se ha cerrado en falso?
-Habría que preguntárselo al Partido Socialista y a Ciudadanos, porque al Partido Popular no hace falta. Por eso le comentaba antes que lo de decir que 'somos de izquierdas' está bien, pero eso conlleva cambio, regeneración, transparencia, separación de poderes, que el Congreso funcione y no sea paralizado... Nosotros tenemos muy claro que esa comisión se ha cerrado en falso, con muchas dudas por resolver y más personas por intervenir.
-¿Qué le parece la última reestructuración que ha hecho el ministro Zoido en Interior, eliminando los puestos de 'número dos' de la Policía y la Guardia Civil?
-Un desastre. Lo que podemos extraer es que el señor Zoido, de alguna manera, respalda la policía política con estos cambios. Utiliza la excusa de que el nuevo organigrama va a coordinar mejor a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y eso es mentira, falso. Si tú quieres coordinar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de un país donde en algún que otro territorio hay hasta cinco cuerpos de policía, tienes que hacer otra política. Por ejemplo, que tengamos todos una base de datos policial conjunta, como hay en la inmensa mayoría de países de la Unión Europea. Eso es política de coordinación.
Lo que ha hecho Zoido quitando a los dos directores adjuntos operativos (DAO) de Policía y Guardia Civil es darle más peso a los políticos
Además, también está la letra pequeña. Se han cargado al jefe de la UCO, una unidad élite de la Guardia Civil que estaba funcionando perfectamente en la Operación Lezo, en la Operación Taula y en todas la tramas que afectan mucho al PP. Lo que ha hecho Zoido quitando a los dos directores adjuntos operativos (DAO) de Policía y Guardia Civil es darle más peso a los políticos, ocupando ellos el lugar de los profesionales. Por eso digo que Zoido está potenciando la policía política. De hecho, todos los sindicatos de la Policía y las asociaciones de la Guardia Civil han puesto el grito en el cielo. También me consta que en los altos mandos de la Policía y la Guardia Civil hay cabreo con esta reestructuración. Así no se hacen las cosas.
-El Gobierno ha afirmado que se tardará "unos cuantos años" en alcanzar la equiparación salarial de la Guardia Civil con la Policía. ¿Qué le parece?
-El PP lo que ha dicho es que va seguir mintiendo a los policías y guardias civiles. En 2011, cuando llegó al poder, llevaba (en su programa) la equiparación salarial entre policía y guardias civiles. Pero también lo llevaba mucho antes de la crisis. Cuando no había crisis, cuando era tiempo de vacas gordas y todo funcionaba de maravilla, cuando había dinero y había menos paro, con la caja de la Seguridad Social que se desbordaba, nadie se acordó del sueldo de los guardias civiles ni de los policías. Y ahora, en estos años, como hay crisis... PP y PSOE han llevado esta equiparación muchas veces en su programa electoral, pero no hay ningún interés. En los últimos Presupuestos, yo mismo registré una enmienda para equiparar de forma paulatina los sueldos de guardias civiles a los de policías, porque creo que ése debe ser el primer cambio, y después equiparar los de ambos cuerpos a los de policías autonómicas. Pues, Partido Popular y Ciudadanos lo rechazaron. No digo que se equiparen estos sueldos de hoy para mañana, porque es una cantidad importante, pero algún día habrá que empezar, ¿no? Al final, volvemos a lo mismo, los patriotas de hojalata, los que son más españoles que nadie, son los que maltratan a los policías y guardias civiles.
Las medallas de policías y guardias civiles tienen que ser para policías y guardias civiles, las de médicos para médicos y las de periodistas para periodistas
-En pocos meses, el Gobierno presentará el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2018. ¿Qué pedirán al Ministerio del Interior?
-Insistiremos en la equiparación salarial que hemos hablado. También reclamaremos recursos para sindicatos policiales y asociaciones profesionales de guardias civiles. Es vergonzoso que en este país una asociación como la de Francisco Franco reciba dinero de todos los españoles, mientras las asociaciones de guardias civiles reciben muy poco. Pero, además, es peor en el caso de las asociaciones de militares, que no reciben ni un euro. Si tú crees en el movimiento asociativo, democrático, sindical, tanto de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil o de la Policía, tienes que destinar subvenciones a potenciarlo. Pero para eso no quiere el Partido Popular a la Guardia Civil. Al PP le gusta un desfile al año. Y conceder medallas a sus amigos, al señor Marhuenda, a vírgenes... Esa es la Guardia Civil rancia que quiere el PP. Y lo mismo con la Policía Nacional, que utiliza como policía política. A mi juicio, las medallas de policías y guardias civiles tienen que ser para policías y guardias civiles, las de médicos para médicos y las de periodistas para periodistas.
Y respecto al próximo Presupuesto de Defensa, ¿cuáles serán las principales demandas de Unidos Podemos?
-Además de recursos, como ya he dicho, para las asociaciones de militares, hay una cuestión que nos preocupa muchísimo: no dejar en la indigencia laboral a los soldados y marineros que llegan a los 45 años y que sólo reciben 600 euros como reservistas. Detrás de estas situaciones hay auténticos dramas familiares, de padres con hijos que no pueden pagar la hipoteca... El Gobierno no ha cumplido con la ley de tropa y marinería de 2006, donde se decía que a los soldados y marineros se les iría formado durante su paso por las Fuerzas Armadas para que luego encontraran una salida laboral civil. Se prometió una política de homologación de esa formación profesional, de acuerdos con universidades, pero el Gobierno del PP, el de los patriotas, no ha hecho absolutamente nada. Tiene que haber un equilibrio. No puede ser que el Ministerio de Defensa suba el presupuesto y se gaste 30.000 millones de euros en medios modernos, tanques, aviones y barcos y luego tener una tropa con las mismas condiciones sociolaborales que Somalia.
