El mercado de fabricación chino es un gigante al que acuden todo tipo de fabricantes. Desde Samsung y Apple, los más grandes, hasta otros más pequeños, como BQ, Willey Fox, CTL o Jiayu, por poner algún ejemplo. Del precio que las marcas paguen por la fabricación de cada dispositivo dependerá luego la factura que le repercutirán al usuario, pero hay costes ocultos que encarecen también, y mucho, el producto.
Básicamente las fábricas chinas ofrecen un traje a medida del fabricante. "Puedes ir con un diseño preconcebido y meterle las especificaciones que quieras, memoria, procesador y calidad de la cámara... O también ir sin nada, ver el catálogo que tienen y decidir qué equipo quieres comprar. También se puede contratar el empaquetado del mismo, el serigrafiado del logo, etcétera. Los grandes, como Samsung y Apple, fabrican algunos componentes de los equipos, y tampoco es un problema para las fábricas chinas incluirlos en su cadena de montaje. Se adaptan a todo", aseguran desde un fabricante de telefonía móvil español.
Desde Vozpópuli hemos contactado con uno de estos fabricantes chinos. El proceso ha sido complicado. No hablan de precios por menos de unas 20.000 unidades de fabricación al año. Además, el pago de estos dispositivos ha de realizarse en efectivo y al instante. Si no, los teléfonos no salen de la fábrica.
Los centros cuentan con prácticamente todos los componentes con los que se fabrican la mayoría de los teléfonos móviles y tablets del mercado, lo que les permite desarrollar móviles con cualquier especificación.
El fabricante debe pagar al contado todo el lote de productos si es la primera vez que hace negocios con los chinos
El precio de los dispositivos, según nos ha facilitado uno de estos fabricantes, es el siguiente (no incluimos todo el catálogo, sino aquellos equipos con las especificaciones más presentes en el mercado):
- Móvil 4G con 5" de pantalla IPS, procesador de 4 núcleos, cámaras de 2 y 5 megapíxeles, 1GB de RAM y 8GB de ROM: 37 dólares
- Móvil 4G con 6" de pantalla HD, procesador de 4 núcleos, cámaras de 13 y 5 megapíxeles, 1GB de RAM y 8GB de ROM: 53 dólares
- Móvil 4G con 5" de pantalla FullHD 1080p, procesador de 8 núcleos, cámaras de 13 y 5 megapíxeles, 2GB de RAM y 16GB de ROM: 80 dólares
- Móvil 4G con 5,5" de pantalla FullHD IPS, procesador de 8 núcleos, cámaras de 13 y 8 megapíxeles, 3GB de RAM y 32GB de ROM: 135 dólares
Los costes que no se ven
El desembolso no finaliza cuando el fabricante paga la partida de móviles que ha comprado. Ese es precisamente el pistoletazo de salida de otra serie de gastos.
"Si los móviles están un tiempo en China, eso hay que pagarlo. El transporte hay que pagarlo. Los aranceles en aduanas hay que pagarlos. La contratación de servicio de atención al cliente hay que pagarla. El almacenamiento cuando llegan a España también hay que pagarlo", asegura una de nuestras fuentes.
Una pequeña empresa que consiga unos beneficios del 4% respecto a todo lo que se gasta puede darse con un canto en los dientes", aseguran desde uno de estos fabricantes
Además, las transacciones, los pagos, acarrean también pérdidas. Se paga en dólares para importar el producto, además de que este tipo de operaciones supone el pago de comisiones a los bancos.
También se debe abonar lo que corresponda a los costes de propiedad intelectual. No hay que olvidar que la tecnología que incluye cada terminal tiene un propietario que la ha inventado, y hay que pagar por ello: sistema operativo, tecnología de pantalla, protocolos inalámbricos, etcétera.
"El margen que gana un pequeño fabricante de cada teléfono una vez abonados todos los gastos derivados del mismo está en el entorno de los 10 y los 30 euros. Un fabricante de telefonía móvil de tamaño pequeño, que facture entre uno y cinco millones de euros al año, puede darse con canto en los dientes si una vez pagados sueldos, personal y demás, consigue un 4% de beneficio. Y hablo de venta directa. Cuando el fabricante vende a través de empresas mayoristas, le aprietan aún más", asegura otro profesional de otra marca española de teléfonos móviles.