El debate sobre el estado de la nación no ha servido para descongelar las relaciones entre los dos principales líderes de la oposición. Siguen sin hablar desde el pasado mes de abril, cuando Alberto Núñez Feijóo se puso oficialmente al frente de Génova y el presidente de Vox, Santiago Abascal, le escribió para establecer una primera toma de contacto.
Cuatro meses después, ambos se han visto las caras en el Congreso de los Diputados. Abascal trató de romper el hielo desde la tribuna de oradores y aprovechó su intervención para dar emplazar al dirigente gallego a construir una "alternativa real" contra su enemigo común: Pedro Sánchez. Pero Feijóo no parece ablandarse. Menos desde que Juanma Moreno arrasase en Andalucía.
Fuentes del PP aseguran a Vozpópuli que hay "cero movimiento" entre su jefe y el de Vox. Ninguno de los dos habría tratado de concertar una reunión. No han mediado palabra. Fuentes de Vox confirman que no hay intercambios de mensajes desde que el político gallego fuese ratificado como presidente de los 'populares'.
El salto de Feijóo a la política nacional con un Gobierno central acusando ya el desgaste fue interpretado por Vox como una oportunidad de limar asperezas con el PP. Abascal llevaba sin hablar con Pablo Casado desde la moción de censura que su grupo decidió presentar contra Sánchez en octubre de 2021. Fue entonces cuando Casado escenificó su ruptura total con Vox con un duro discurso que pilló por sorpresa al político vasco.
El salto de Feijóo a la política nacional con un Gobierno central acusando ya el desgaste fue interpretado por Vox como una oportunidad de limar asperezas con el PP
Ninguno de los dos levantó el teléfono después. Para más inri, Abascal sí tenía contacto con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que acabó saliendo victoriosa de la guerra política con el que fuera su amigo y jefe. Ella encarnaba (y encarna) esa facción del PP dispuesta a pactar con Vox, mientras que el tándem Casado-Egea apostaba por lo contrario. Había que tantear a Feijóo.
De sobra es sabido que el dirigente gallego y Vox no se miran con buenos ojos. El primero es de los pocos barones del PP que se ha referido a los de Abascal como "ultraderecha" y estos no tienen reparos en meter a Feijóo en el saco del nacionalismo. Sin embargo, después de más de un año sin diálogo alguno con Casado, Vox recibió a Feijóo rebajando el tono.
El mismo Abascal incidió en que Vox no se regocijaba en las crisis internas ajenas y aseguró que no iba a tener la tentación de llamar a votantes que no coincidiesen con sus convicciones. "Creemos que se debe poder votar a partidos fuertes. Observamos con preocupación la debilidad conjunta de la alternativa pese al ascenso de Vox", declaró en su primera comparecencia ante los medios de comunicación tras el estallido de la guerra en el PP.
Espinosa de los Monteros sí reconoció que Feijóo "no es el más proclive" del PP a pactar con su formación ni a facilitar su entrada en un Gobierno. El portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados sostuvo que el nuevo líder del PP tendría que adaptarse a una nueva situación en la que Vox era ya tercera fuerza parlamentaria: "A ver qué pasa".
Una de las cosas que habían pasado es que ambas formaciones han establecido un pacto inédito hasta la fecha en Castilla y León y Vox acababa de entrar por primera vez en un Gobierno autonómico. Quiso establecer la misma fórmula en Andalucía y puso toda la carne en el asador al sacar a Macarena Olona del Congreso para lanzarla como candidata a la presidencia de la Junta. Finalmente, obtuvieron 14 escaños, dos más que en 2018, pero insuficientes para lograr entrar en San Telmo junto a Juanma Moreno.
Contacto entre Abascal y Feijóo
La victoria andaluza ha dado alas a Feijóo para continuar volando solo. Apenas se pronuncia sobre Vox y no hay visos de que pretenda reunirse con Abascal en los próximos meses. En aquella primera toma de contacto entre Abascal y Feijóo se habló de ello, pero ahora hay "cero movimiento". Por ahora, el presidente del PP solo se ha reunido con Sánchez. A raíz del debate sobre el estado de la nación se deduce que tampoco hay acercamiento entre ambos. EN una entrevista este miércoles en COPE, el político gallego aseguró haber visto a un Gobierno "podemizado" y en "descomposición".
Desde las filas del PP aseguran que hay muchas reuniones pendientes. Una de ella es con Ortuzar. Un encuentro casual en un ascensor el pasado domingo, durante el homenaje a Miguel Ángel Blanco, sirvió para que el dirigente del PNV y Feijóo hablasen de una futura reunión. Al igual que con Abascal, la reunión no tiene fecha, pero en este caso sí se concretó que sería después del verano.
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