Según la Organización Mundial de la Salud, más de 1.200 millones de personas fuman tabaco alrededor del mundo. Este hábito provoca numerosos problemas de salud conocidos por todos, como distintos tipos de cáncer. Por ello, miles de personas -sobre todo jóvenes- tratan de buscar una alternativa al tradicional cigarrillo, en muchas ocasiones sin saber que el remedio puede ser peor -o igual de perjudicial- que la enfermedad: el cigarrillo electrónico.
En los últimos años, el auge de estos dispositivos ha sido de lo más notable. Según datos del Ministerio de Sanidad, su uso ha pasado de ser de un 1,5% entre los jóvenes españoles al 78% en 2018 en el alumnado de secundaria, es decir, niños de entre 13 y 18 años. Pero este hábito no es inofensivo: los cigarrillos electrónicos pueden contener nicotina y otras sustancias adictivas que también pueden derivar en enfermedades pulmonares, cardiacas y distintos tipos de cáncer. Por todo ello, las autoridades toman partido en la situación y trabajan en prohibir el uso de cigarrillos electrónicos, aunque la norma afectará solo a algunos de ellos.
¿Qué dice la nueva normativa?
Es importante recalcar que la normativa aún está en proceso de desarrollo, y que queda mucho tiempo para su entrada en vigor. Aún así, el Ministerio de Sanidad hace hincapié en su importancia para proteger la salud de los más jóvenes, y trabaja en el borrador del Real Decreto por el que se prohibirá el uso de cigarrillos electrónicos. Los afectados serán los dispositivos desechables, así como los saborizantes y aromatizantes, tal y como ha informado el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla.
El anuncio se ha producido en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, pero no son las únicas medidas que se tomarán. Las autoridades también trabajan en la reforma de la ley 28/2005, encargada de regular y ampliar los espacios libres de humo. La norma podría ver luz verde el primer trimestre de 2025.
Cigarrillos electrónicos reutilizables: efectos para la salud
Son muchos los jóvenes que ya se han visto afectados tras el uso habitual de los cigarrillos electrónicos reutilizables. Sus efectos para la salud no son en absoluto inofensivos, y aunque muchos piensan que es una mejor opción en detrimento del clásico tabaco, lo cierto es que también contienen nicotina -en ocasiones- y, a diferencia de los primeros, numerosas sustancias químicas nocivas para la salud.
Las redes sociales se llenan de de 'posts' y publicaciones de víctimas de estos dispositivos, y advierten de su peligrosidad. La Asociación Española contra el Cáncer asegura que incluso tienen efectos perjudiciales a corto plazo, y pone el foco en los líquidos y aerosoles que utilizan. Además, informan de las numerosas intoxicaciones y efectos adversos, "algunos de ellos severos".
Es importante tener en cuenta la cantidad de caladas que implica el consumo de uno de estos dispositivos. Tal y como informa la asociación, una cachimba equivale al humo de 200 cigarrillos, dato que preocupa teniendo en cuenta que el 20% de los jóvenes fuma este tipo de pipa a diario, y el 35% lo hace una vez a la semana. Finalmente, para aquellos que los utilizan como medio para dejar de fumar, los expertos afirman que no resultan eficaces a medio y largo plazo.