El debate estratégico cobra más intensidad que nunca en el seno de Podemos. A menos de una semana para que las tres principales corrientes (pablistas, errejonistas y anticapitalistas) puedan evitar, mediante alianzas, el choque frontal en Vistalegre II, la distancia entre las distintas sensibilidades se agranda. Cada mensaje es contrarrestado con fuerte carga de intención desde el otro lado. Así, ha ocurrido, por ejemplo, tras el llamamiento a la "unidad" realizado en los últimos días por el secretario general, Pablo Iglesias. "Podemos tiene que estar unido para poder ser útil", viene reiterando el líder morado.
Estas palabras han tenido contestación por parte del número dos, Íñigo Errejón, y sus colaboradores, señalando a Iglesias cómo debe ser entendida la "unidad" hacia fuera. El secretario Político expuso su posición al respecto en Plaza Podemos, una herramienta online al servicio de la militancia. A preguntas de inscritos y simpatizantes de la formación morada, Errejón defendió "la unidad de los de abajo sin pedir carnets ni encerrarnos en los errores de la izquierda tradicional. Lo digo con inmenso respeto porque esa es mi historia familiar y mi biografía militante, pero creo que hemos de recuperar esa línea. La mejor manera de honrar las luchas de los que vinieron antes no es repetirlas, sino ganar hoy en las condiciones actuales y con los códigos actuales", remarcó.
Además, dijo que quiere "una relación con el PSOE como la que determinan Ada (Colau) o Manuela Carmena: que sean arrastrados a apoyar políticas que nunca habrían apoyado por sí solos o que paguen el precio de no hacerlo. El PSOE ha sido la fuerza política central del régimen de 1978, y la crisis de uno es hoy la crisis del otro", apuntó. En dicho foro, Errejón dejó claro que "no es momento de replegarse o de cavar trincheras, sino de abrirse y ensancharse. Podemos no puede conformarse con ser una fuerza de protesta o de impugnación, sino que tiene que arrancar victorias concretas desde ya al Partido Popular y ser la locomotora del cambio", incidió.
El portavoz parlamentario aseguró también que es "consciente" de que "muchos" de los exvotantes de los "partidos tradicionales" tienen "aún recelos hacia nosotros, o temen más el cambio político que la continuidad de los de siempre. Pero sólo con ellos es posible la unidad popular", advirtió.
De igual modo, uno de los principales colaboradores de Errejón, el director de la fundación de Podemos, Jorge Lago, cuestionó a través de las redes sociales que la intención de Iglesias se reduzca a concebir la unidad como "el resultado de poner juntos a todos y todas las que comparten una misma ideología, una misma mirada sobre el mundo, una misma identidad..." A su juicio, en lo que es un argumento compartido por los errejonistas, la unidad tiene que ser buscada justo en el sentido contrario, es decir, "como lo que resulta de articular y poner en común lo diferente".
El secretario Político defiende "la unidad de los de abajo sin pedir carnets ni encerrarnos en los errores de la izquierda tradicional"
En ese sentido, el responsable del Instituto 25-M Democracia enfatizó que "el problema de concebir la unidad de los iguales es que no hace más grande, sino más pequeño, el conjunto de lo que se une". Frente a ello, manifestó que entender la unidad como el "resultado de una construcción, como surgimiento de una identidad política o una formación nueva, permite, en principio, crecer y ampliar la base: ese es, entre otras cosas, el concepto de transversalidad", recalcó Lago. Esta idea de lo "transversal" ha calado ya en el lenguaje mediático y de ello se congratulan, en privado, los errejonistas. La hoja de ruta que proponen para el futuro inmediato de Podemos pasa precisamente por aquí, por cimentar una "mayoría popular" y abrir la formación morada "a los que faltan", sobre todo a los descontentos del PSOE.
"Más democracia"
Para cumplir este propósito, para que la "unidad de los diferentes" sea posible, el responsable de Cultura de Podemos subrayó que "se necesita más democracia y más pluralidad". "Si no, será una unidad que uniformiza, que nos amolda a una idea previa. Y será una unidad que se decreta", apostilló.
La cuestión del rumbo que debe tomar Podemos es la que más divide a pablistas y errejonistas, por encima de las divergencias respecto al modelo organizativo. De producirse un "acuerdo de mínimos" entre las diferentes corrientes antes de Vistalegre, será sobre materias relativas a este segundo ámbito. Sin embargo, sobre lo esencial, sobre la estrategia política, todo apunta a que habrá confrontación de proyectos en la Asamblea estatal. Y serán los inscritos en Podemos los que decidan.
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