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Andy Warhol y Espe 'la morosa' acorralan a la Gürtel

El intenso interrogatorio al que la fiscal ha sometido a Pablo Crespo por los actos organizados para el Ejecutivo 'popular' de la Comunidad de Madrid han conseguido descomponer la aparente seguridad del presunto 'número 2' de Don Vito.

Que Esperanza Aguirre destapó la 'Gürtel' sólo se cree ella, por mucho que lo repita una y otra vez. Otra cosa es que la que fuese la 'lideresa' del PP madrileño haya estado a punto de cargase sin querer la trama empresarial de Francisco Correa y los suyos por el impago de los actos que casi compulsivamente encargaba que le organizasen. Esa es al menos la versión que ha dado Pablo Crespo, el presunto 'número 2' de la red de corrupción, en el interrogatorio al que le ha sometido la fiscal en la sesión de la tarde de la novena jornada del juicio. Una declaración en la que el los argumentos defensivos del lugarteniente de 'Don Vito' ha mostrado grandes grietas que el acusado y su abogado han intentado taponar a golpe de protestas y silencios.

Crespo ha llegado a decir que eran los 'chicos' de Aguirre quien le incitaba a cometer irregularidades con las facturas

Todo ha empezado con preguntas sobre la relación de Crespo con uno de sus 'compi-banqui', Alberto López Viejo, ex concejal del Ayuntamiento de Madrid, ex viceconsejero del Gobierno autónomo y ex 'delfín' de la propia Aguirre. El 'número 2' de la trama se ha desligado de él con un "lo he visto a lo sumo una o dos veces" y siempre en el relación con las dos elecciones autonómicas que Madrid celebró en 2003 en dos ocasiones por culpa del célebre 'Tamayazo'. De hecho, se ha vuelto a desmarcar de los supuestos pagos en 'diferido' de 'mordidas' que Francisco Correa ha reconocido haber hecho a este antiguo cargo del PP madrileño. "Yo era ajeno a ello", ha dicho después de recalcar que "jamás le he entregado un céntimo".

Lo que sí ha admitido era estar al tanto de los numerosos eventos y actos que organizó para la Comunidad de Madrid en la época de Esperanza Aguirre, entre otras cosas por los numerosos "quebraderos de cabeza" que les daba. Según ha señalado en varias ocasiones, la Gürtel tenía que trabajar a veces contrarreloj porque se los encargaban con sólo 12 horas de antelación. Unas "prisas", ha dicho, que luego no tenían su correspondencia a la hora de pagarles. De hecho, ha asegurado que eran los 'chicos' de Aguirre quién les ordenaban "dividir los actos en distintas facturas" y otras irregularidades, pese a lo cual un buen número de ellos nunca se les abonó.

Una deuda de 100.00 euros

Crespo ha asegurado que tanta morosidad, que ha cuantificado en 100.000 euros cuando se produjeron las detenciones en 2009, estuvo a punto de llevar a un "colapso financiero" a las empresas de las tramas, que llegaron a estudiar pedir un crédito para salvarse. "Ha habido un enriquecimiento ilícito de la Administración", ha llegado a decir como si anunciara que cuando termine el juicio tiene pensado mandar al cobrador del frac a Cristina Cifuentes. Y mientras decía todo esto, la fiscal le mostraba facturas y hojas de costes de algunos de los más de 300 actos que le encargó el Ejecutivo madrileño, como uno sobre la ampliación de horarios de las guarderías, otro sobre el artista Andy Warhol y una más para entregar la medalla de la Comunidad a los entonces Príncipe de Asturias.

El abogado de Crespo ha salido al rescate de su cliente al verlo acorralado por la fiscal. "No conteste, Pablo"

Con estos documentos y con las anotaciones manuscritas que aparecían en la agenda de Crespo que la Policía intervino -y que se ha convertido en una de las principales pruebas de cargo contra él-, Anticorrupción ha conseguido acorralar al 'lugarteniente' de 'Don Vito', que no ha sabido explicar las coincidencias entre las cifras que aparecían en ambos y los que reflejaban también la contabilidad de la célebre 'caja B' de Francisco Correa. Ante el panorama que se le presentaba a su cliente, el hoy irascible abogado Miguel Durán ha salido a su rescate con varios "no conteste, Pablo" para frenar lo que otro letrado de las defensas, en una intervención 'borroka', ha llegado a calificar como "rodillo" de la Fiscalía. De nada ha servido, porque el tribunal ha permitido continuar con un interrogatorio del que Crespo ha salido como ha podido.

Tampoco se ha encontrado cómodo el considerado 'número 2' de la trama con el interrogatorio del abogado del Estado, Edmundo Bal, y del letrado Virgilio Latorre, en nombre de la acusación popular. Ambos le han interrogado sobre su participación en los movimientos de dinero de Correa en paraísos fiscales y, en el caso del segundo, por la participación del gestor Suizo Arturo Fasana en todo ello. Crespo se ha escudado entonces en su "amigo" Correa, que era quien daba instrucciones y para el que él hacía de recadero siempre que se lo pedía. La nota discordante la han dado el representante legal del PSOE-PSM, que ha hecho 'pellas', y la abogada de ADADE, otra de las acusaciones, que ha llegado a confundir al narcotraficante Laureano Oubiña con el dirigente del PP gallego Xosé Cuiña. Corregida por acusado y tribunal, aún le ha dado tiempo a preguntar sobre la relación de Crespo con Mariano Rajoy y José María Aznar, e, incluso,lo ha intentado sobre por un programa de televisión. Crespo respiraba. Ni la fiscal ni Espe 'La Morosa' le acorralaban ya.

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