El Gobierno francés elevó hasta los 227 heridos el balance provisional y a 117 el de arrestados de la tensa jornada de protestas que proliferaron hoy en varios puntos del país, donde el movimiento conocido como los "chalecos amarillos" se alzó contra los impuestos a los carburantes.
El Ministerio de Interior mantuvo en su nuevo balance el número de fallecidos -una mujer atropellada en el sureste de Francia- y aumentó el de participantes, hasta los 282.710, en cerca de los 2.000 puntos de protesta, muchos de ellos aún activos, situados en rotondas, peajes y ciudades de todo el país.
Las autoridades alertaron de que con la caída de la noche "cambia el perfil" de los manifestantes, "más proclives a generar disturbios".
Desde la célula de crisis puesta en marcha por el Ejecutivo, el ministro del Interior, Christophe Castaner, repasó, en directo frente a las cámaras, el saldo de esta revuelta popular organizada en las redes sociales sin la tutela de un partido o un sindicato.
El titular de Interior hizo un "llamamiento a la responsabilidad", y aseguró que su gabinete ha optado por "la transparencia" al haber dado "todas las cifras" disponibles
"Defiendo evidentemente el derecho a manifestarse de todas las formas, pero defiendo aún más vehementemente el derecho a las personas, que han sido insultadas o agredidas, su derecho a circular", dijo Castaner, quien recordó que la mayoría de los heridos se produjeron en protestas no declaradas a las autoridades.
El titular de Interior hizo un "llamamiento a la responsabilidad", y aseguró que su gabinete ha optado por "la transparencia" al haber dado "todas las cifras" disponibles.
De entre los 117 arrestados, 73 quedaron bajo custodia policial, mientras que entre los 227 heridos (seis de gravedad) figuran seis policías, cinco gendarmes y un bombero.
A última hora de la tarde, todavía había en las inmediaciones del Palacio presidencial del Elíseo algunos centenares de "chalecos amarillos"
A última hora de la tarde, todavía había en las inmediaciones del Palacio presidencial del Elíseo algunos centenares de "chalecos amarillos", denominación alusiva a la prenda fluorescente que portan los manifestantes y que es obligatoria llevar dentro de los vehículos.
Según el ministerio, esta protesta estaba bajo control después de vivir tensos momentos con el lanzamiento de gases lacrimógenos contra los manifestantes.
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