"Podéis estar tranquilos. Lo tenemos todo justificado. Nadie se ha llevado un euro, hemos utilizado el dinero en lo que nos comprometimos". Así se despidió Justo Rodríguez Braga, en mayo de 2016, de la secretaría general de UGT en Asturias. Llevaba 16 años al frente de la federación asturiana del sindicato y decidió no presentarse a la reelección para ceder el testigo "a una generación más preparada".
En aquel discurso, Rodríguez Braga se refería a la investigación que tenía abierta la Fiscalía sobre la organización sindical y por la que ahora, meses después de su retirada, ha sido detenido junto con otras cinco personas. Esta noche la ha pasado en el calabozo de la Guardia Civil en Oviedo y se espera que este miércoles declare ante el juez. La UCO investiga a UGT desde el año 2014 por el supuesto desvío de fondos que fueron recibidos como subvenciones para formación.
En 2015, se hizo efectiva la denuncia a la organización asturiana por parte de la Fiscalía que detallaba que ese desvío se había producido a través de la fundación de UGT: el Instituto de Formación y Estudios Sociales. Precisamente, ese mismo año Rodríguez Braga señalaba en una entrevista que “no hay que perder de vista para qué está la política, que es para resolver y defender los derechos de los ciudadanos”, como objetivo para “acabar con la desigualdad y la pobreza”. No ha sido la única vez que ha hecho referencia a la necesidad de la honradez de la política y los representantes públicos.
“Todos los cursos están realizados, impartidos y justificados”.
Sus mensajes durante los últimos meses al frente de UGT cobran ahora una doble lectura. Por ejemplo, el día que dio un paso a atrás, señaló que existía dentro de la formación “una firme voluntad” por “cambiar”. Y ese “cambio” lo escenificó Javier Fernández Llanero cuando alcanzó la secretaría general. El martes reiteraba la limpieza del sindicato al reivindicar que “todos los cursos están realizados, impartidos y justificados”.
De trabajar el metal, a “comer mariscu”
Su predecesor ha sido un símbolo del sindicalismo en Asturias. Justo Rodríguez Braga (La Felguera, 1949) inició su carrera profesional cuando tenía dieciséis años. En 1973 empezó a trabajar en Uninsa (ArcelorMittal) y tres años más tarde firmó su afiliación a UGT y al PSOE. Desde que entró en la organización sindical ha ocupado varios cargos de responsabilidad, sobre todo, en Gijón donde reside. Allí ejerció como secretario de organización y llegó a ser secretario general del sindicato en la localidad, justo antes de alcanzar la máxima posición en la federación asturiana. También defendió un sindicalismo muy crítico con la política a la que no descartaba sumarse tras su retirada: “Estoy disponible y no cuesto nada”, anunció en una entrevista en mayo de 2016. Ayer un señor le acusaba, junto con sus compañeros detenidos, de malgastar los fondos públicos: “Coméis mariscu con el dinero de los cursos”, les chilló en plena calle.
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