La Justicia tiene en el punto de mira al líder del Frente Polisario. Brahim Ghali, el hombre que detonó la crisis diplomática con Marruecos, tiene una cita clave en la Audiencia Nacional el próximo 1 de junio. El magistrado Santiago Pedraz ha vuelto a dar impulso a una investigación que se remonta al año 2008 y prevé interrogarle por delitos de torturas, asesinato y terrorismo, entre otros. El instructor descartó acordar medidas cautelares contra Ghali pese a la insistencia de los querellantes y sus antecedentes judiciales. El secretario general del Frente Polisario esquivó en dos ocasiones sus citas con la Audiencia Nacional y hasta fue buscado sin éxito por la Policía los meses previos a su primera citación, en el año 2013.
De acuerdo con la documental que obra sobre esta causa y a la que ha tenido acceso Vozpópuli, el entonces titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, ya fue tras la pista de Ghali. En mayo de 2013, y en el marco de las diligencias que habían arrancado cinco años antes, incluyó en la causa oficios de la Policía local en los que se admitía que no habían podido dar con el paradero del líder del Frente Polisario ni con el de su hermana Ment Sidi Mustafa. Los agentes les siguieron el rastro en Vitoria-Gasteiz, según los oficios. Pero no fueron los únicos bajo el foco de los investigadores. Los policías también fueron tras el rastro de otras once personas en Madrid, Figueres (Gerona), Badajoz, Trebujena (Cádiz) o Córdoba, entre otros puntos.
Sin embargo, no lograron dar con el paradero de todos ellos, contra los que se querelló la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (Asadedh). Ruz había llamado a declarar a Ghali y a Mahjoub Lincoln (otro dirigente de este frente de liberación del Sáhara Occidental) para el 16 de agosto de ese año, pero un mes antes dejó sin efecto la citación al no poder localizarle. La historia se repitió de nuevo en el año 2016. El magistrado que cogió las riendas del procedimiento tras la marcha de Ruz, José de la Mata, le volvió a citar entonces después de que las autoridades acreditaran que el político saharaui estaba en España, pero tampoco cumplió con el requerimiento judicial.
Dos querellas contra Ghali
El asunto quedó en barbecho hasta que en octubre del año pasado se presentó una nueva querella por delitos de tortura, detención ilegal y lesa humanidad. El activista saharaui Fadel Breica pidió a la Audiencia Nacional que investigara el papel de Ghali en unos hechos ocurridos a mediados de 2019, cuando Breica organizó varios actos contrarios a la línea oficial del Frente Polisario. Según denunció, fue detenido y trasladado a lugares indeterminados donde le propiciaron golpes y descargas eléctricas. El magistrado Santiago Pedraz declinó inadmitir la querella al tratarse de hechos que se cometieron por extranjeros en los campamentos de Tinduf (Argelia).
No obstante, esta misma semana el instructor decidió reabrir la causa que se remonta al año 2008 tras el escrito presentado por Asadedh en el que informaban de que el líder del Frente Polisario se encontraba en España. La Policía Judicial acreditó que el político estaba ingresado desde mediados de abril en un hospital de Logroño bajo la identidad falsa de Mohamed Bembatouche. De hecho, la asociación requirió que se le tomara declaración en el propio centro hospitalario. Sin embargo, Pedraz, de acuerdo con el criterio de la Fiscalía, decidió citarle para el 1 de junio pero sin notificarle la citación a la espera de que evolucionase su situación médica.
La decisión ha sido recurrida por la asociación que se querelló contra Ghali al considerar que éste podría actuar como en episodios pasados y darse a la fuga. Por ese motivo solicitó a la Audiencia Nacional que acordara su ingreso en prisión provisional y sin fianza para evitar destrucción de pruebas y reiteración delictiva. A falta de una respuesta por parte de Pedraz, en su auto del pasado miércoles apuntó que reabría diligencias pero que no acordaba medidas cautelares contra él a falta de "indicios claros de participación" en los hechos recogidos en la querella.
Crisis con Marruecos
De acuerdo con un oficio incorporado a las diligencias, un inspector de la Comisaría General de Información comunicó personalmente la citación al secretario general del Frente Polisario. A pesar de su delicado estado de salud -debido a la infección del coronavirus- éste entendió el contenido de la citación "sin ningún género de dudas" aunque se negó a firmarla aduciendo que quería contactar primero con la embajada argelina. Gahli entró en España a través de Zaragoza y lo hizo proveniente de Argelia ya que tiene carnet diplomático de dicho país africano.
La entrada del líder polisario en España provocó un grave conflicto político con Marruecos, el cual amenazó con poner en riesgo la relación bilateral entre ambos países a tenor de este episodio. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, descartó que esta acogida se tratara de una agresión y dijo que fue más bien por motivos humanitarios. Pese a ello Rabat respondió abriendo la frontera con Ceuta y provocando un éxodo migratorio de unas 8.000 personas indocumentadas. El conflicto, en el que llegó a intervenir la Unión Europea, se suavizó a mediados de semana después de que la policía marroquí sellara el paso fronterizo de Tarajal.
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