Las temperaturas altas producirán saltamontes, orugas y plagas devoradoras de cultivos, según un estudio recogido por la revista 'Science', que apunta que este hecho tendrá consecuencias "potencialmente catastróficas" para el suministro mundial de alimentos.
El especialista en insectos de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg de Alemania, Robert Paxton, indica que este estudio es "una dura advertencia" para la futura seguridad alimentaria y señala que el método informático que realiza las predicciones omite otros factores, por lo que podrían ser peor.
Un estudio demuestra que a medida que aumentan las temperaturas, casi todos los insectos se multiplican y aceleran sus metabolismos
Los científicos predijeron la amenaza de los insectos hace 10 años, cuando Curtis Deutsch, un biogeoquímico de la Universidad de Washington en Seattle, publicó un estudio en el que se demuestra que a medida que aumentan las temperaturas, casi todos los insectos se multiplican y aceleran sus metabolismos.
Para ver qué tipo de daño podría tener este aumento en el apetito de insectos en el sistema alimentario mundial, Deutsch y su equipo indicaron que si el planeta se calentaba en un promedio de 2 grados, los cultivos de trigo se reducían en un 46%, el arroz en un 19% y el maíz en un 31% en lugares como el "cinturón de maíz" de Estados Unidos, los campos de trigo en Francia y los arrozales en China resultaron afectados.
Para el trigo y el maíz, este modelo predijo que las pérdidas continuarían aumentando del 10 al 25 por ciento por cada grado adicional de calentamiento. Sin embargo, indicaron que los rendimientos del arroz podrían comenzar a estabilizarse después de un aumento de la temperatura de 3 grados, ya que se cultiva en muchos ambientes tropicales donde los insectos podrían comenzar a extinguirse después de un calentamiento excesivo.
Pérdida de las cosechas
Por todo ello, Paxton señala que se espera que los agricultores alemanes pierdan este año una quinta parte de sus cosechas debido al calor y la falta de precipitaciones. Sin embargo, el científico coincide con Deutsch en que el modelo simplificado ha dejado fuera muchos factores, como la forma en que los depredadores naturales de los insectos responderán al calentamiento si las dietas de los insectos cambian, y si los cambios en las técnicas agrícolas mantienen alejados a los insectos.
Aún así, Deutsch indica que es importante comenzar a planificar los efectos que el cambio climático podría tener en el suministro mundial de alimentos, ya que las personas más afectadas por la pérdida de cultivos probablemente sean los hogares más pobres del mundo. Según estimaciones recientes de las Naciones Unidas, al menos 815 millones de personas en todo el mundo ya padecen hambre todos los días, y el maíz, el arroz y el trigo son las principales fuentes de alimentos para unos 4.000 millones de personas.
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