La Torre Eiffel es uno de los mayores atractivos y edificaciones más visitadas y aclamadas de París. Millones de visitantes y turistas viajan a la capital francesa con el objetivo de ver esta torre de más de 300 metros de altura, suben a una de sus tres alturas disponibles, y retratan la ciudad desde lo más alto. Ahora, y tras los Juegos Olímpicos, la alcaldesa Anne Hidalgo planea hacer un cambio en la apariencia del monumento a pesar de la negativa de los descendientes de Gustave Eiffel.
Durante la celebración del evento deportivo, los clásicos anillos olímpicos adornaban la Torre Eiffel. Ahora, estos han sido retirados para ser reemplazados por una estructura más ligera que permanecerá hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, decisión que entra en conflicto con los descendientes del ingeniero Gustave Eiffel.
Riesgos de la decoración
Más allá de la apariencia o de querer renovar la decoración actual del edificio, el motivo del cambio de los actuales anillos de los Juegos Olímpicos no es su finalización. Sus grandes dimensiones y su excesivo peso no son adecuados para afrontar los meses más fríos del año y la climatología que afrontará París durante los próximos meses. Todo ello podría provocar el desprendimiento de los anillos, rotura u otro tipo de daños.
Los anillos olímpicos que decoraban la cara sur de la torre medían 29 metros de largo y 15 de alto. Situados entre la primera y la segunda planta, pesaban alrededor de 30 toneladas. Así, el Ayuntamiento de París y el Comité Olímpico Internacional -propietarios respectivamente de la Torre Eiffel y del logo olímpico- están trabajando en unos nuevos anillos más ligeros y duraderos. Mientras, una decoración provisional se ha instalado en el puente de Jena -unos aros más pequeños-, otra de las famosas localizaciones de la ciudad.
Críticas de los defensores de patrimonio
Las críticas no han tardado en llegar, y además de los descendientes de Gustave Eiffel, otro grupo también se posiciona en contra del proyecto: los defensores de patrimonio. Ambos lo han dejado claro por medio de un comunicado, en el que ponen en valor la neutralidad del edificio ante asuntos y temas de política internacional.
"Estamos muy orgullosos de que los anillos hayan estado asociados a la Torre Eiffel durante los Juegos Olímpicos", han indicado antes de dar el motivo de su opinión. La permanencia a largo plazo de este tipo de decoración es lo que querrían evitar, ya que contradice la "neutralidad" de este símbolo de Francia y París.
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