A pesar de la popularidad de las piscinas durante el verano, millones de bañistas en todo el mundo utilizan estas instalaciones a diario. Pero son muchas las amenazas ocultas que albergan estos espacios. La proliferación de hongos es sencilla si el agua y la humedad no se tratan de forma correcta, y ahora, uno de ellos conmociona a la comunidad internacional. Se trata de la Candida auris, un hongo que puede causar infecciones con resultados de lo más trágicos, tanto es así que ya se ha cobrado la vida de un bañista en Colombia.
La víctima de la patología ha sido un joven de tan solo 36 años. Con un buen estado de salud, el colombiano disfrutaba de unas vacaciones junto a su familia en 2019 cuando era infectado por el hongo Candida auris en una piscina. Desde entonces su lucha por la vida ha sido constante, hasta que cinco años después tomaba la decisión de solicitar la eutanasia. Así, el suceso ha preocupado dentro y fuera del país, y pone en valor la peligrosidad de estos hongos y sus graves consecuencias para la salud.
Prevención: ¿cómo evitar los hongos en las piscinas?
A la hora de cuidar y mantener un buen estado de salud, la prevención siempre es el mayor de los aliados. En esta línea, los profesionales de la salud dan pequeños 'tips' y consejos para los bañistas. Mantenerse alerta a la hora de entrar en las instalaciones y tomar las medidas adecuadas pueden suponer la diferencia entre contraer una infección o no hacerlo. Estos son algunos de ellos:
- Uso de chanclas.
- Ducha antes y después del baño, siempre con las chanclas puestas.
- Secarse bien los pies, sobre todo entre los dedos.
- No compartir toalla ni calzado.
En el caso de no evitar el contagio, algunos hongos son más frecuentes que otros. Entre estos, destaca el pie de atleta, caracterizado por la aparición de rojeces y pequeñas grietas en los pies, acompañados de mal olor, picazón y escozor. Detectar rápido estos contagios es vital para una buena recuperación, así como acudir a un profesional para seguir el tratamiento recomendado.
Síntomas de la Candida auris
Detectar los síntomas de este tipo de hongo puede suponer todo un reto, ya que estos pueden ser muy parecidos a los de otras infecciones por hongos. Además, es frecuente que aquellos que sufren la infección ya se encuentren enfermos previamente y no sepan identificar la novedad de algunas de las señales. Aún así, estos son algunos de los síntomas provocados por el hongo:
- Fiebre alta y persistente.
- Escalofríos.
- Sudores.
- Enrojecimiento, descamación y picor en la piel.
Debido a la ambigüedad de estos síntomas, lo ideal es hacer pruebas específicas para poder identificar la presencia del hongo. Para ello se deben llevar a cabo exámenes de laboratorio especiales, y en el caso de dar un resultado positivo, pasar a un tratamiento inmediato para evitar posibles complicaciones.
Pronóstico, contagio y complicaciones
Tratar el problema de forma rápida y no dejar que la infección evolucione es clave. En el caso de detectar algunos de sus síntomas, es vital no esperar y acudir al médico, ya que el resultado dependerá de la gravedad de la infección y de su propagación por el cuerpo. Normalmente, la infección por C auris se trata con medicamentos antimicóticos. El resultado dependerá de un factor clave: que la infección no haya pasado al torrente sanguíneo y a los órganos.
Para evitar contagios, es importante extremar las precauciones y la higiene. Lavarse bien las manos, utilizar gel desinfectante, y aislar a la persona contagiada son algunos de los imprescindibles. Esto es así ya que el contagio se suele dar por medio del contacto físico con las personas o superficies contaminadas.
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