La polémica sobre las medidas y la situación de los trabajadores por cuenta propia -autónomos-siempre está servida. Sacar adelante un negocio nunca es fácil, y más cuando se trata de pequeñas y medianas empresas (PYMES). Estas casi alcanzan los 3 millones en toda España según un informe del Ministerio de Industria y Turismo -concretamente hay 2.917.389 de PYMES en España-.
Los gastos que deben afrontar algunos de ellos son elevados, aunque esto no es un requisito para tener que pagar grandes cantidades de impuestos. Pero, ¿cuál es la cantidad que debe facturar un autónomo para obtener tan solo mil euros de beneficio? Ser mileurista puede ser todo un reto para algunos de ellos.
Los temidos impuestos
El eterno debate radica en los impuestos, ¿son demasiado altos en España? A pesar de que hay opiniones de todos los tipos: a favor y en contra, sí es cierto que España es el cuarto país con el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) más alto de Europa, solo por detrás de Dinamarca, Francia y Austria.
Para que un autónomo obtenga mil euros de beneficio al mes -y siempre teniendo en cuenta que cada oficio y situación personal conlleva unos gastos diferentes- es posible que tenga que facturar algo más del doble: alrededor de 2.000 euros al mes. Este puede ser el caso de un diseñador web: sin gastos extra, puede trabajar desde su propia casa -todo esto sin tener en cuenta gastos como el Wifi, la luz y el propio ordenador, que ya son gastos de lo más normalizados-.
En el supuesto de que el autónomo facture 2.500 euros mensuales, a esta cantidad los autónomos deben restar distintos impuestos: cuota de la Seguridad Social, IRPF, IVA y distintos gastos -teléfono móvil, alquiler de espacio de trabajo o coworking y otros varios, como gastos de transporte-.
Las cantidades son altas: la cuota de la Seguridad Social puede oscilar entre los 280 y 360 euros. Mientras, el IRPF -en el supuesto de pagar un 15%, ya que los porcentajes también varían según la situación- puede rondar los 380 euros. A su vez, el IVA superaría los 430 euros, y a todo ello hay que sumar los gastos extra. Es decir, en esta situación, un autónomo debería facturar 2.500 euros para obtener poco más de 1.000 euros netos al mes.
Algunos gastos se pueden deducir
Los materiales necesarios para poder desarrollar la actividad laboral serán deducibles, es decir, el trabajador se beneficiará de un ahorro fiscal y tendrá que pagar una menor cantidad a Hacienda. Estos son algunos de ellos.
- Ordenadores, folios, carpetas y lo que considere el profesional
- Cuota de autónomos
- Gasolina -gastos de transporte-.
- Dietas
- Coche -en el caso de trabajadores que trabaja en el sector del transporte-.
- Factura de la línea móvil, dominio web...
- Formación
- Vestuario necesario
Todo esto es así debido a que los trabajadores por cuenta propia se ven obligados a hacer frente a pagos que un empleado contratado en una empresa no debe afrontar. Así, ser autónomo es todo un reto al que millones de Españoles se enfrentan cada día.
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