El área metropolitana de París vive este lunes otra jornada de caos circulatorio por las huelgas en el transporte público terrestre contra la reforma del sistema de pensiones, un conflicto que el Gobierno quiere encauzar con una negociación con los sindicatos que podría empezar el miércoles.
Poco antes de las 9.00 locales (8.00 GMT) se llegó a un pico de 630 kilómetros de atascos en las autopistas de accesos de París -según la página oficial Sytadin-, el doble de lo habitual en un lunes por la mañana.
La razón es la duodécima jornada consecutiva de paros en el transporte metropolitano de París y en los ferrocarriles.
Este lunes circulan un tercio de los trenes de alta velocidad, la cuarta parte de los cercanías o el 40% de los regionales. En las líneas internacionales, están en servicio la cuarta parte de los habituales entre Francia y España, dos tercios de los Eurostar a Londres o dos tercios de los Thalys a Bélgica y Holanda.
En cuanto a los transportes metropolitanos de París, sólo funcionan dos líneas del metro normalmente, que son las dos automáticas (la 1 y la 14) y seis más parcialmente en las horas punta.
En una entrevista al canal 'BFMTV', el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, propuso que comience una negociación este miércoles, un día después de la jornada de manifestaciones que organizan este martes todos los sindicatos, que divergen fundamentalmente en su oposición a la reforma.
Reclaman que el Ejecutivo renuncie a la "edad de equilibrio"
El líder del primer sindicato del país, Laurent Berger, insistió este lunes en que su central no quiere la retirada total del proyecto, sino mantener la unificación de los 42 regímenes de pensiones actuales en uno universal.
Pero al mismo tiempo, reclama que el Ejecutivo renuncie a la "edad de equilibrio", que en la práctica supondrá aumentar la edad de jubilación del mínimo actual de 62 a 64 años.
"Nos oponemos ahora y nos seguiremos oponiendo en enero", advirtió Berger en una entrevista a la emisora "France Info".
Los paros seguirán en Navidad
Minutos antes, Le Maire había insistido en que esa edad de equilibrio puede ser objeto de discusión, siempre que los sindicatos propongan una alternativa para que el sistema de pensiones pueda alcanzar el equilibrio financiero y absorber el déficit que se prevé para 2027.
El Gobierno está tratando de dar un vuelco a la opinión pública, que mayoritariamente apoya las protestas de los sindicatos, apoyándose en la amenaza que han lanzado algunas centrales, y en particular la Confederación General del Trabajo (CGT), de que los paros seguirán durante las fiestas de Navidad.
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