El Juzgado de lo Penal número 14 de Málaga ha condenado a la responsable de la asociación protectora de animales de Málaga, Parque Animal, a tres años y nueve meses de prisión por un delito continuado de maltrato a animal doméstico y otro continuado de falsedad en documento oficial, así como al pago de una multa de 19.800 euros.
También ha condenado, como cooperador necesario, a un trabajador de la asociación a un año de prisión por un delito continuado de maltrato de animal doméstico y a una multa de 3.600 euros por un delito continuado de intrusismo profesional.
La sentencia considera probado que desde 2008 y al menos hasta 2010 los acusados han sacrificado animales domésticos que se encontraban en las instalaciones de la asociación sin ningún tipo de control. Según se recoge en la resolución, la responsable de Parque Animal “impartía las instrucciones y ejecutaba materialmente los hechos, con la colaboración imprescindible” del trabajador de la asociación también condenado.
Así, señala que los acusados ejecutaban los sacrificios de animales sanos y de distintas razas -fundamentalmente gatos y perros-, “sin control alguno veterinario, sabedores del sufrimiento que infligían”. La responsable de la asociación inyectaba al animal, sin previa sedación y por vía intramuscular, los productos eutanásicos, mientras que el trabajador sujetaba al animal.
La acusada, además, “suministraba menor dosis del medicamento de la que está indicada para producir una muerte indolora, lo que, unido al empleo de una vía inadecuada que producía una absorción por el organismo más lenta del eutanásico que no llegaba directamente al torrente sanguíneo, provocaba al animal, generalmente, una muerte lenta y con dolorosa y prolongada agonía”.
En este sentido, la sentencia apunta a que todo ello provocaba en los animales un padecimiento totalmente injustificado antes de morir, cuando en Parque Animal “se disponían de los medios personales y materiales suficientes para haberles causado una muerte indolora”.
Además, los sacrificios no atendían a ningún criterio por la edad o estado de salud del animal, o porque hubiesen transcurrido más de 10 años desde que fueran albergados sin pudieran haber sido cedidos a terceros.
Los acusados ejecutaban los sacrificios de perros y gatos indiscriminadamente y a medida que iban siendo albergados, “de forma sistemática y regular en el tiempo, en ocasiones hasta varias veces a la semana, incrementándose en los meses estivales, pudiendo llegar a sacrificar hasta varias decenas de animales en una sola sesión”.
Todo ello, lo hacían antes de que llegaran los empleados de Parque Animal. Aunque no se puede cuantificar, la sentencia señala que el sacrificio indiscriminado de animales en las instalaciones de Parque Animal ha sido masivo.
Además, la responsable de Parque Animal también ha sido condenado por un delito continuado de falsedad en documento oficial ya que presentaba listados de animales junto con la factura por su incineración para que el Ayuntamiento de Torremolinos las abonara, listados que manipuló para incluir la intervención de veterinarios que nunca estuvieron presentes en el sacrificio de los animales.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación