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Los carnavales más curiosos

En los días previos a la cuaresma cristiana, el mundo se viste de color para festejar el carnaval, heredero de ritos paganos ancestrales y de la lucha del bien contra el mal, un ritual que se desarrolla con peculiaridades distintas en cada lugar y que va más allá de los desfiles de música y disfraces.

Los hay multitudinarios y conocidos mundialmente como el de Rio de Janeiro, quintaesencia de los desfiles de carnaval, con el apoteósico espectáculo de las escuelas de samba en el Sambódromo o el de Santa Cruz de Tenerife.

Bolivianos bailan la danza de La Diablada en la entrada del carnaval folclórico de Oruro.

Otros son elegantes, como el de Venecia, convertida por unos días en un paraíso de máscaras y disfraces recargados; aquellos que representan la esencia del Caribe, como el de Trinidad y Tobago; o los que destacan por la sátira a ritmo de canción, como el Cádiz con sus chirigotas.

La UNESCO ha declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a varios carnavales, como el de Oruro (Bolivia), Barranquilla (Colombia) o El Callao (Venezuela).

Precisamente el de esta ciudad del sur de España busca ser reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, una distinción que la UNESCO ya ha otorgado, por su singularidad, a otros carnavales, como los de Barranquilla, en Colombia; el de El Callao, en Venezuela; el de Oruro, en Bolivia; o el de Recife, en Brasil ,a través del frevo, la danza característica de este carnaval brasileño.

Miembros de una comparsa desfilan durante la Gran Parada de Comparsas en el tercer día del Carnaval de Barranquilla (Colombia), evento enmarcado en el Carnaval declarado por la Unesco Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad

Miembros de una comparsa de congos bailan en el tradicional desfile de la Batalla de Flores con el que se da inicio al Carnaval de Barranquilla.

Otros que están en esa misma candidatura son los europeos de Binche (Bélgica), el de
Granville (Francia) o el de Basilea (Suiza).

Jóvenes bolivianos bailan la danza de la Morenada  ante la mirada de decenas de miles de ciudadanos y turistas en la entrada del carnaval folclórico de Oruro, en el Altiplano boliviano.

Considerado como el heredero de los ritos ancestrales de celebración del final del invierno y la llegada de la primavera, el carnaval es, quizás, la festividad celebrada con más fervor y alegría en todo el mundo. Disfraces, desfiles y fiestas en la calle caracterizan los carnavales, que disfrutados justo antes de la cuaresma cristiana, aún hoy mantienen ciertos elementos de tradiciones paganas, como las saturnales, los festejos en honor al dios Baco; de celebraciones andinas prehispánicas u otras de origen afroamericano, y hay algunos especialmente curiosos.

Jóvenes bolivianos bailan la danza Waca Wacas hoy, 25 de febrero de 2017, en la entrada del carnaval folclórico de Oruro.

Batalla de naranjas

En pleno Piamonte italiano, la ciudad de Ivrea celebra uno de los carnavales más llamativos del país y totalmente opuesto a la elegancia y el lujo del baile de máscaras veneciano: aquí lo más destacado es la célebre batalla de naranjas, en las que dos bandos enfrentados, el del pueblo, a pie, y el de la guardia del señor feudal, desde carrozas, se lanzan los cítricos.

Dos personas vestidas con armaduras de caballero lanzan y esquivan naranjas en el transcurso de un desfile de Carnaval en la localidad de Ivrea, al norte de Italia.

La batalla que tiñe de pulpa de naranja las calles de esta ciudad cercana a Turín tiene un origen reivindicativo, ya que se remonta a la rebelión de la hija de un molinero que, ocho siglos atrás, se negó a conceder el derecho de pernada al señor que gobernaba su feudo, hecho que se sigue recordando cada año en época de carnaval.

Un miembro de la infantería Lanzadores de naranjas recoge munición para su reutilización contra Caballeros a bordo de carros en una batalla durante el tradicional Carnaval de Ivrea, en Ivrea, Turín.

Tenosique, el carnaval más raro del mundo

El carnaval del municipio del estado mexicano de Tabasco es conocido como el más raro del mundo, y tiene como elemento central la danza de “El Pochó”, el dios de la muerte, que se ejecuta para purificar los espíritus de hombres y mujeres, que visten hojas y máscaras de madera, en uno de los rituales más antiguos de México, en el que se utilizan flores, canastas y armas de madera.

La danza de El Pochó protagoniza las celebraciones en Tenosique (México), considerado el carnaval más raro del mundo.

Comienzan la danza las Pochoveras, mujeres que representan el dominio de la deidad, y después entran los Cojóes, “hombres de madera”, que festejan el mundo y desafían al dios Pochó y, unas y otros, danzan para establecer el equilibrio de fuerzas, hasta que entran en escena los Jaguares, habitantes de Tenosique caracterizados como el animal.

Indígenas mayas del municipio de Tenosique, del estado mexicano de Tabasco, se muestran listos para participar hoy en las tradicionales fiestas de carnaval con la Danza del Pochó.

Danzantes tabasqueños bailan durante la fiesta del Pochó en la ciudad de Tenosique, estado mexicano de Tabasco. La fiesta del Pochó, de origen precolombino, indica el inicio de los carnavales, y la danza simboliza la purificación del hombre de su lucha entre el bien y el mal.

El ritual, de origen precolombino, y que como otros ritos propios de carnaval simboliza la purificación del hombre en la lucha entre el bien y el mal, concluye con la muerte del Pochó, que es vencido y finalmente quemado.

La fiesta del Pochó en la ciudad de Tenosique, estado mexicano de Tabasco, de origen precolombino, concluye con la muerte del Pochó o Dios maligno, quien es vencido y quemado durante el inicio de la festividad.

Indígenas del poblado de Tenosique, en el estado mexicano de Tabasco, bailan la Danza del Pochó.
Entroido: El carnaval gallego

Las mascaradas son numerosas desde el comienzo del invierno en buena parte del noroeste de la Península Ibérica, especialmente en la zona fronteriza de España y Portugal, y el Antruejo de la localidad de Villanueva de Valrojo, pone el broche de oro a las de la provincia de Zamora, con sus cencerros y diablos, una tradición que se mantuvo viva pese a la prohibición de la dictadura franquista.

El Entroido gallego representa los carnavales más originales del noroeste español, y es uno de los mejor ha conservado las tradiciones.

Los cencerros también están presentes en algunas localidades gallegas en las celebraciones del Entroido, como es conocido el carnaval, y que tiene sus festejos más destacados en las localidades de Laza, Xinzo de Limia y Verín, el “triángulo mágico” de la provincia de Ourense, que con sus Peliqueiros, Pantallas y Cigarróns celebran uno de los carnavales mejor conservados.

Un grupo de Cigarróns recorren las calles de Verín (Ourense), durante el Domingo corredoirocomo prólogo de los platos fuertes del Entroido (carnaval) orensano.

Las ‘Pantallas’ de Xinzo, con su característica máscara blanca, vigilan que todo el mundo vaya disfrazado en la localidad que celebra el Martes de Entroido, el desfile más multitudinario de Galicia, y que tiene en el carnaval su fiesta más grande del año, con cinco fines de semana de celebración, que comienzan el Domingo Fareleiro y concluyen con el Domingo de Piñata.

Un grupo de Boteiros danzan al son de los tambores de un folión durante el Entroido (Carnaval) celebrado en Vilariño de Conso (Orense, Galicia, España)

El Pasacalles en Chantada, denominado Entroido Ribeirao, considerado como uno de los más bellos de toda Galicia, se celebra a lo largo de cuatro días de festejos, llamados Domingo Lambedoiro, Domingo Corredoiro, Domingo de Entroido y Martes de Entroido, durante los cuales los Volantes y el Peliqueiro, personajes típicos, toman las calles de Santiago de Arriba. En la imagen Pasacalles en Chantada (Lugo).

Las máscaras tradicionales de Verín son los Cigarróns, que recorren las calles de la villa haciendo sonar sus chocas (cencerros) y zamarras (látigos) durante todo el recorrido, antes de esperar a los fieles a la salida de la misa para recriminar a la Iglesia que intentase prohibir el Entroido.

11.- En la imagen, un personaje del llamado Entroido Ribeirao; que se celebra en Chantada (Lugo, España), durante la celebración del desfile de la Primera Máscarada Ibérica en la localidad de Viana do Bolo (Ourense).

Un grupo de Pantallas y una mujer disfrazada en Xinzo de Limia (Ourense), durante el Domingo corredoiro, como prólogo de los platos fuertes del Entroido (carnaval) orensano.

Similares a los Cigarróns de Verín, los Peliqueiros de Laza, con su atuendo de 25 kilos de peso, protagonizan el que presume de ser el Entroido “más gallego”, que comienza semanas antes con los ‘folións’ comparsas que recorren las calles por las noches tocando diversos objetos con el propósito de espantar los malos espíritus.

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