El ex chófer de Luis Bárcenas, Sergio Ríos Esgueva, protagonizó en diciembre del año pasado declaraciones clave para el avance en la causa por el espionaje ilegal al extesorero del PP. El 'topo' de la brigada patriótica que le sustrajo pruebas clave de la caja B confesó que lo hizo porque era un operativo legal, "autorizado por el Ministerio del Interior" y del que eran conocedores el Gobierno de Mariano Rajoy y la cúpula del PP. De hecho, confesó que le utilizaron no solo para la trama Kitchen sino también para sacarle información de los pagos de campañas electorales de Esperanza Aguirre o detalles de la boda de la hija de Aznar, entre otros asuntos.
"Me pidieron toda la información. Me pedían de Fundescam sobre la financiación de la campaña de Esperanza Aguirre", confesó el escolta en su declaración voluntaria de diciembre de 2020 y a la que ha tenido acceso Vozpópuli. "¿Le pidieron información del PP?"; le preguntó su abogado Javier Vasallo a lo que éste respondió: "Me preguntaban por la secretaria general (María Dolores de Cospedal) sobre si había escuchado algo del presidente", añade. "¿Del presidente del actual o del anterior?". "Del actual y del anterior", respondió Ríos Esgueva en referencia a Mariano Rajoy y a José María Aznar. De este último dijo que también pusieron el foco en su yerno Alejandro Agag.
El chófer de Bárcenas que le acabó espiando y cobrando de los fondos reservados del Estado confirmó ante el juez al frente del caso Villarejo que los policías implicados en la Kitchen no solo querían acceder a las pruebas que tuviera Bárcenas sobre el PP sino que también le intentaron sacar temas clave del partido en plena investigación por la trama Gürtel. Según dijo, querían saber qué conocimiento exacto tenía Bárcenas de todos estos asuntos en un momento en que el extesorero rompía lazos con el partido en el que había trabajado tres décadas y al que delató ante el juez Pablo Ruz con sus papeles sobre la contabilidad B.
El juez: "Eso es importante"
Su revelación hizo que el juez le advirtiera la nueva dimensión que estaba tomando la causa. "Lo que no estaba tan claro, hasta ahora, es que no solo querían información no ya el Partido Popular sino el Ministerio del Interior sobre otros personajes y otras situaciones. Eso es importante", se escucha decir al magistrado en la grabación. Se trata de un testimonio que prestó a petición propia de Ríos Esgueva y tras el registro que agentes de Asuntos Internos llevaron a cabo en su domicilio en el que se incautaron de agendas y de dispositivos móviles.
De hecho, la declaración -que se dividió en dos días- versó en un primer momento en relación a los pormenores de su captación como chófer por parte de la policía patriótica y luego se centró en las agendas en las que anotó todo lo acontecido entonces. Con todo, no era la primera vez que Ríos Esgueva hablaba ante los investigadores del caso Tándem. Ya lo hizo tras su imputación en enero de 2019. Sin embargo, en esta ocasión explicó que accedió a reunirse con Villarejo y con Enrique García Castaño porque éstos le dijeron que tenían "buena relación" con María Dolores de Cospedal y con su marido Ignacio López del Hierro.
"Fui a la reunión porque me lo dijo el señor Gomez Gordo y porque era importante para la Policía (...). Me dijeron que era un operativo autorizado por el Ministerio del interior", respondió de acuerdo con los audios de su declaración. Ríos Esgueva demostró de esta forma la tesis del propio Villarejo acerca de que intermedió López del Hierro para captarle a través del inspector Andrés Gómez Gordo, exjefe de seguridad de Cospedal en Castilla La-Mancha. Además, también confesó que, con el tiempo, su contrato como chófer y su posterior captación como topo guardaban relación. "Si usted me pregunta si me buscaron a posta... sí señoría. Cada vez me doy más cuenta", sentenció.
"Se monta desde el partido"
"Villarejo me dijo que no era delito, que no me preocupase", relata en relación al momento en que fue captado como topo a mediados de 2013. Llevaba desde febrero trabajando para la familia Bárcenas-Iglesias en calidad de chófer/escolta pero entonces le encargaron rastrear todos sus movimientos para, según le dijeron, dar parte de esa información a la investigación penal abierta en la Audiencia Nacional por sus famosos manuscritos. Pero no fue así. De hecho, los investigadores de esa causa denunciaron que se hizo "extramuros" de ese procedimiento penal.
"Ahora ve claro que al final podríamos denominarlo un montaje organizado para que usted vaya a un sitio concreto y cierren el círculo", le explica el instructor a lo que éste responde: "Señoría, todo lo que me vaya usted a decir, lo sé yo". El magistrado insiste apuntando a que la orden de espiar a Bárcenas saldría del partido y no tanto del departamento que dirigía el también imputado Jorge Fernández Díaz: "De lo que me está diciendo, si es así, está claro que se monta desde el partido, no desde el Ministerio del Interior, eso es lo que usted me está queriendo decir", a lo que el ahora policía respondió: "Yo no tengo pruebas. Pero no creo en las casualidades".
Las pruebas contra Rajoy
Ríos Esgueva, que explicó que los teléfonos que le incautaron en su casa se los habían facilitado desde el Ministerio del Interior, relató que se le pidió muy en concreto que averiguara qué información tenía el también exsenador de Cospedal; de Mariano Rajoy (al que Villarejo apodaba 'el barbas'); de su exnúmero dos en el Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría o del CNI. "Era objetivo de investigación todo lo que lo que pudiera captar de mi trabajo", dijo. También se interesaron por las pruebas de Bárcenas que implicarían a Rajoy en la caja B. "Me han preguntado si yo tenía constancia de que existiera. No me han pedido ningún papel", apostilló.
El testimonio del chófer se celebró a puerta cerrada y en el marco de la subpieza del caso Villarejo cuyo secreto se acaba de alzar. En estos meses de pesquisas secretas, los investigadores estrecharon el cerco no solo en la cúpula de Interior sino también en Cospedal y su marido, cuya declaración está fijada para los próximos 29 y 30 de junio. Su imputación se produjo a tenor de lo manifestado por Ríos Esgueva y de las anotaciones de la agenda personal de Villarejo. El magistrado se interesará especialmente en el papel que jugaron en la captación de este chófer que terminó cobrando 48.000 euros de los fondos reservados.
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