Los últimos acontecimientos que se han producido en el devenir de la vida municipal en el Ayuntamiento de Madrid han llevando a Ciudadanos a replantearse su estrategia para las elecciones locales de 2019. Según fuentes de la dirección de Albert Rivera, consultadas por Vozpópuli, el objetivo retórico de conquistar la alcaldía de la capital, a la que ya concurrió en 2015 con Begoña Villacís de candidata, ha pasado ahora a ser una apuesta "prioritaria", una meta real, más que nunca al alcance de la mano. Una plaza por la que el partido está dispuesto a realizar el mayor de los esfuerzos.
En este sentido, la cúpula naranja ha fijado la alcaldía de Madrid como "la joya de la corona" de las próximas municipales y ha empezado a engrasar la maquinaria para hacerse con ella. Así, el equipo de Rivera mantiene intacta su confianza en la abogada Begoña Villacís, actual portavoz del Grupo municipal de Ciudadanos, para ser de nuevo cabeza de cartel en 2019, previo paso por primarias. En concreto, C's dará a la concejala centrista mayor visibilidad en actos del partido, potenciará su presencia en los medios de comunicación y pondrá a su disposición todos los recursos disponibles de la organización naranja.
Las mismas fuentes señalan que la decisión de dar "una marcha más" en Madrid llega después de dos circunstancias que brindan a Ciudadanos una "oportunidad de oro" para dar la sorpresa en los siguientes comicios locales: la dimisión de Esperanza Aguirre como portavoz y concejala del PP en el Ayuntamiento y la guerra interna que lidian las fuerzas integrantes de Ahora Madrid tanto en el día a día como en la búsqueda de relevo a la actual regidora, Manuela Carmena.
"El PP tiene muy difícil presentar una alternativa potente y creíble tras el hundimiento del aguirrismo", sostienen fuentes de la dirección de C's
Así mismo, aunque en menor orden de relevancia, las fuentes consultadas precisan que el PSOE municipal, socio de Carmena, tampoco atraviesa por un momento dulce, sino todo lo contrario. Desde Ciudadanos creen que serán muchas las heridas que los socialistas madrileños tendrán que restañar gane quien gane las próximas primarias a la secretaría general de Ferraz, que disputarán Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López.
Para la formación naranja, comentan las fuentes citadas, la sustitución de Aguirre por José Luis Martínez Almeida no evitará que el PP pierda fuelle en su tarea de oposición, cercado además por los "constantes casos de corrupción". No hay que perder de vista que Aguirre, cuya salida ha estado marcada por la detención de su excolaborador Ignacio González en el marco de la Operación Lezo, planeaba volver a ser la aspirante popular a la alcaldía en 2019, tal y como ha publicado este diario. De hecho, en el PP interpretaron que el silencio de la exportavoz en los escasos días que transcurrieron entre el arresto de González y el anuncio de su dimisión tenía como precio un último intento por ser alcaldesa.
El futurible Casado
Martínez Almeida, el candidato oficioso del aparato de Cristina Cifuentes, se ha impuesto al que era número dos del grupo, Íñigo Henríquez de Luna, en una votación secreta que ha revelado, según recalcan fuentes de Ciudadanos, las dos sensibilidades que chocan en el PP madrileño: el aguirrismo y el cifuentismo. Esta batalla soterrada también "desgastará" a los populares, aseguran en el partido centrista. "El PP tiene muy difícil presentar una alternativa potente y creíble tras el hundimiento del aguirrismo y el escaso margen de recuperación para poder vender un perfil político solvente", rematan dichas fuentes.
Entretanto, los populares, como ya informó Vozpópuli el pasado miércoles, han comenzado a poner la mirada en el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, un futurible candidato con fuertes apoyos en Génova y amplia proyección mediática. Dependerá fundamentalmente de Cifuentes, presidenta del PP madrileño, que el diputado por Ávila, aznarista y bien relacionado con el aguirrismo, sea finalmente el elegido.
En cuanto al partido instrumental que sostiene al Gobierno municipal, es decir, Ahora Madrid, formado por Podemos, IU, Equo y Ganemos, los encontronazos entre representantes de estas fuerzas vienen siendo públicos y notorios. Ni el sector más crítico, Ganemos Madrid, ni los concejales de IU, con el edil de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, como maestro de ceremonias (la pasada semana votó mientras se tapara la nariz la construcción de apartamentos en un edificio antes okupado por el Patio Maravillas), comulgan con las tesis de Carmena. Las dudas sobre la estabilidad de dicha alianza se precipitan cuando todavía faltan dos años de gobierno.
Y a ello se une el problema de la sucesión. Carmena ha declarado que piensa tutelar la designación de su sucesor, pero la regidora, en su condición de independiente, está al margen de los aparatos de las distintas formaciones de Ahora Madrid. También lo están sus dos principales puntales en la gestión municipal: la delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo y primera teniente de alcalde, Marta Higueras, y su sobrino político, Luis Cueto, coordinador general de la Alcaldía.
La opción Maestre
La mejor situada sería otra dirigente muy cercana a Carmena, la portavoz municipal, Rita Maestre, de Podemos, pero su alineamiento con las tesis moderadas del errejonismo hace difícil que llegue a tener el plácet del secretario general estatal, Pablo Iglesias. Con toda seguridad, el líder morado y su núcleo duro se encargarán de pilotar quién deber ser el/la alcaldable, como ya hicieron con Manuela Carmena en 2015. En algunas quinielas suena el nombre del senador Ramón Espinar.
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