Las colonias de pingüinos en la Antártida se han reducido en un 77 por ciento en los últimos cincuenta años, según datos de Greenpeace, que también señalan que las parejas reproductoras han pasado de las 122.550 parejas a apenas 52.786. La ONG inició hace años una campaña en la que pide un Tratado Global de los Océanos que permita la protección del 30 por ciento de los Mares, algo que podría lograrse el próximo mes de marzo en Nueva York.
Los datos han sido obtenidos por los científicos que participan en la expedición De Polo en Polo, quienes han encontrado disminuciones que califican de "drásticas" en las colonias de pingüinos. Por ejemplo, en la isla Elefante se han analizado 35 colonias de pingüinos barbijo (una de las especies más desconocidas, también llamada 'chinstrap', por su nombre en inglés) y las conclusiones apuntan a que se han visto reducidas, de media, casi un 60 por ciento.
En algunas colonias la cifra llega hasta el 77 por ciento desde el último recuento, realizado en 1971 y solo se han contabilizado 52.786 parejas reproductoras de pingüinos barbijo, una cifra muy distante a las últimas estimaciones, que apuntaban a unas 122.550 parejas.
La investigadora principal de la expedición y Catedrática de Ecología y Evolución de la Universidad de Stony Brook de Nueva York, Heather J. Lynch, concluye que estas disminuciones significativas sugieren que el ecosistema del océano Austral ha cambiado "especialmente en el último medio siglo" y este cambio está afectando a la cadena alimentaria de especies como los pingüinos barbijo."Si bien varios factores pueden estar jugando un determinado papel, todas las pruebas que tenemos apuntan al cambio climático como responsable de los cambios que estamos viendo", ha destacado.
El jueves pasado, la Antártida registró un récord histórico de temperatura máxima, con 18,3 grados centígrados en la base argentina Esperanza. El récord anterior, de 17,5ºC se alcanzó en marzo de 2015.
El equipo de científicos, de las Universidades de Stony Brook y Northeastern, han examinado también una serie de colonias de pingüino barbijo bastante grandes pero relativamente desconocidas en Low Island, con una técnica de topografía manual, drones e inteligencia artificial. Se trata de la primera vez que la isla, que se cree que cuenta con unas 100.000 parejas reproductoras de pingüinos barbijo, ha sido muestreada adecuadamente desde tierra.
La bióloga marina de Greenpeace, Pilar Marcos, ha manifestado que un mundo con menos pingüinos es "un lugar peor". "A medida que la fauna lucha por su supervivencia, tenemos que establecer urgentemente santuarios libres de actividad humana dañina, no solo en la Antártida, sino en todos los océanos para que puedan adaptarse a nuestro clima tan, rápidamente, cambiante. Para hacer eso, es imperativo que los gobiernos acuerden un Tratado Global de los Océanos este año", ha reclamado.
Los barcos de Greenpeace 'Esperanza' y 'Artic Sunrise' están en estos momentos en la Antártida en el último tramo de la expedición de Greenpeace "De polo a polo". Allí han investigado sobre los pingüinos adelaida, pero las poblaciones de barbijo en la Antártida no se conoce bien, ya que la mayoría de sus colonias son extremadamente remotas y difíciles de investigar, según la ONG, que añade que muchas de estas regiones donde crían no se han muestreado directamente desde principios de la década de los setenta. En este momento, los barbijos son el mayor desconocido en cuanto a la abundancia de pingüinos en la región.
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