La Audiencia Nacional ha condenado por primera vez a un yihadista como autor de "un delito consumado de autoadoctrinamiento con finalidad terrorista". Se trata del marroquí Mohamed Akaarir, detenido este miércoles en San Sebastián para el cumplimiento de la pena de dos años y medio de cárcel que se le ha impuesto.
En su sentencia, la sección tercera de lo Penal establece además que una vez cumplidas las dos terceras partes de la condena, la prisión se sustituirá por la expulsión del territorio España por un periodo de seis años.
Los magistrados -Alfonso Guevara, Clara Bayarri (ponente) y Ana María Rubio- consideran probado que Akaarir realizaba "la Yihad mediática" y que cuando fue detenido en abril de 2016, unos meses después de que abandonara su trabajo en la "Peluquería del Norte" en Rentería, el acusado se encontraba ya en la última fase "de su propio autoadoctrinamiento", la del "activismo y justificación y preparación para la muerte".
Terrorismo autodidacta
Fue a partir de febrero de 2015 cuando "fue accediendo a través de dos perfiles de Facebook a "páginas de contenido yihadista radical violento difusoras de los fines del Estado Islámico", que iba "guardando y publicando en su muro sin ningún tipo de restricción de privacidad y de modo habitual" .
Según la resolución, el acusado ya se ha "asumido los postulados del grupo Estado Islámico, mostrando un apoyo explícito en las redes sociales. Mohamed Akaarir constituye una más de las piezas fundamentales en la estrategia de estos grupos armados, como es servir de amplificador de sus mensajes".
También superó la tercera fase, la de "Solución", cuando muestra ya "claras simpatías por grupos terroristas, se embebe de su ideario y los busca en redes sociales".
La Sala sostiene que sus últimos mensajes "superan todas las anteriores fases, encontrándose ya plenamente en la cuarta y última", la del "Activismo".
A partir de ese momento, firma ya sus mensajes con "el grito de guerra yihadista (Allah'akbar Allah!)", ofrece información "directamente procedente del Estado Islámico, difunde sus idearios, sus páginas de enlace y links" y "empieza a publicar mensajes en los que patentiza que ha asumido y desea la muerte".
En el juicio, el acusado se declaró inocente y aseguró que lo que el publica en su página de Facebook son cortes de pelo y que dejó la peluquería porque no le pagaban bien.
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