El Congreso ha dado luz verde este martes al plan del Gobierno para enviar 150 efectivos más a Irak, en el marco de la operación internacional de lucha contra el Daesh. Se trata de un aumento del 50% (el tope hasta ahora estaba en 300) que el Consejo de Ministros aprobó en su reunión del 9 de diciembre y que estaba pendiente del visto bueno de la Comisión de Defensa. Se cumple así una demanda que los aliados internacionales de España llevaban meses realizando, pero que fue imposible satisfacer con un Ejecutivo en funciones. La ministra del ramo, María Dolores de Cospedal, la ha defendido en la Cámara baja, cosechando el respaldo de la inmensa mayoría del poder legislativo. La excepción ha sido Unidos Podemos, tercer grupo parlamentario, que rechaza esta política.
Concretamente, serán 125 miembros del Ejército y 25 guardias civiles los que se desplacen a Oriente Medio, donde una alianza de 65 países liderada por Estados Unidos combate desde 2014 al autodenominado Estado Islámico. El papel del contingente español seguirá siendo el de instruir a fuerzas iraquíes para que puedan defenderse mejor de la ofensiva fundamentalista. Desde que comenzó su trabajo, han formado a unas 22.800 personas.
"España mantiene un delicado compromiso con los mecanismos de seguridad colectiva", ha afirmado Cospedal en su intervención. Los casi 2.500 efectivos que el país tiene desplegados por todo el mundo persiguen garantizar "la seguridad de España y sus aliados", así como preservar la "estabilidad internacional". También los que forman parte de la coalición contra el Daesh en Irak, amparada por Naciones Unidas y cuya labor se desarrolla en cinco ejes: operación militar, prevención de flujos de combatientes extranjeros, corte de la financiación terrorista, ayuda humanitaria y deslegitimación de la ideología yihadista.
PP, PSOE y Ciudadanos apoyan sin ambages la decisión del Gobierno
Cospedal ha recordado que se trata, en último término, de atender una "petición de ayuda formulada por el Gobierno iraquí": que las potencias de Occidente le ayuden en su lucha contra la insurgencia fundamentalista. Una postura que comparte su partido, el PP, así como PSOE, Ciudadanos, PNV y UPN. Unidos Podemos se desmarca porque entiende que la intervención en Oriente Medio no es eficaz en la lucha contra el yihadismo, como a su juicio viene demostrándose desde la Guerra de Irak (2003). "No se está haciendo lo correcto, esta no es la solución", ha expresado Juan Antonio Delgado, portavoz morado en la Comisión. Por motivos similares, Podemos solo participa como observador en el Pacto Antiyihadista que integran Gobierno y partidos políticos. ERC también ha votado en contra de la petición del Gobierno.
El nuevo despliegue se hará efectivo en 2017, dos años después de que comenzara el retorno de tropas españolas a Irak. El Congreso avaló a finales de 2014, con la única oposición de IU, BNG y Compromís (11 diputados), la participación en esta misión internacional que persigue golpear a los terroristas en su lugar de origen y asistir a los países que más lo sufren. Con la nueva composición de las Cortes, son ya 80 los diputados contrarios a la operación. La resolución de la Cámara baja, tomada esta vez en comisión y no en pleno, llega apenas unas horas después del atentado de Berlín, que apunta a un nuevo ataque fundamentalista contra Occidente.
Más dinero para Defensa
Antes de defender el envío adicional de tropas a Irak, Cospedal ha expuesto ante la Comisión de Defensa las líneas generales que marcarán su gestión. Entre las intenciones expuestas, destaca la de recuperar "músculo económico" en su Departamento y ver ampliadas las partidas de Defensa progresivamente en la próxima década hasta alcanzar el 2% del PIB. Para lograrlo, hay "un largo camino por recorrer" y comenzará a abordarse ya en las cuentas de 2017.
"Hay un objetivo de déficit que cumplir, pero la Defensa importa y los riesgos y amenazas son ciertos"
"Hay un objetivo de déficit que hay que cumplir, pero la Defensa importa y los riesgos y amenazas son ciertos y esto hay que trasladarlo de forma realista a un presupuesto ajustado", ha defendido la ministra. En este sentido, ha resaltado que en el año que ahora concluye "el 70%" del dinero destinado a este Departamento se dedicó a partidas de personal. Proporción que baja al 60% si se cuentan los créditos extraordinarios y los fondos de contingencia, pero que reflejan el escaso margen presupuestario de que ha dispuesto Defensa.
Pasado lo peor de la crisis y asomada la recuperación, argumenta Cospedal, es momento de mejorar las condiciones de su Ministerio, que de 2008 a 2016 ha visto menguada en "un 50%" las partidas de "sostenimiento e inversión".
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