Sigue la fuga. El banco ruso VTB, controlado en un 61% por el Estado, se ha convertido en la primera gran entidad europea en anunciar públicamente sus preparativos para abandonar sus oficinas en Reino Unido tras la decisión del país británico de salir de la UE, así como la búsqueda de un nuevo centro europeo de operaciones, incluyendo ciudades como Fráncfort, Viena o París.
"Teníamos grandes planes para la oficina de Londres, pero después del 'Brexit' los estamos reduciendo progresivamente y buscando otros lugares para llevarlos a cabo", ha indicado al diario Financial Times el vicepresidente y director financiero de la segunda mayor entidad rusa, Herbert Moos.
Según un análisis de Oliver Wyman, un 'Brexit duro' podría costarle hasta 75.000 puestos de trabajo al sector financiero de Reino Unido
En este sentido, el directivo de VTB reconoció que el consejo del banco ruso discute distintas alternativas a Londres como sede de su centro de operaciones en Europa, incluyendo ciudades como Fráncfort, París o Viena, apuntando que la decisión "se tomará a final de año".
"El brexit será un proceso rápido"
VTB emplea en Londres a varios cientos de personas, incluyendo algunas funciones centralizadas de la entidad como las unidades contra el blanqueo de capitales y de cumplimiento de normativas, mientras mantiene oficinas también en países como Alemania, Francia, Austria e Irlanda.
"No puedes posponer esta decisión, ya que no creo que (la negociación del Brexit) sea un proceso rápido", apuntó Moos, expresando sus dudas sobre la postura del BCE con respecto a sus operaciones en caso de permanecer en Londres.
"Dudo que el BCE vaya a aceptar que mantengamos operaciones críticas fuera de la UE", afirmó el banquero, añadiendo que "la construcción de dos centros es caro".
"Teníamos grandes planes para la oficina de Londres, pero después del 'Brexit' los estamos reduciendo", dice el director de VTB
No obstante, el vicepresidente de VTB subrayó que en cualquier caso Londres continuará siendo importante para la entidad rusa y apuntó que la decisión sobre el futuro centro europeo de operaciones del banco tendrá en cuenta distintos elementos como la regulación, la política fiscal y el talento.
Según un análisis de Oliver Wyman para CityUK, un 'Brexit duro' podría llegar a costarle hasta 75.000 puestos de trabajo al sector financiero del Reino Unido, así como la pérdida de unos 10.000 millones de libras en impuestos, alrededor de 11.055 millones de euros.
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