Seis meses después de que el PSOE pusiera en marcha la Fundación Avanza y pasados casi treinta días de que Pedro Sánchez la presentara públicamente, la producción de esa entidad se limita a cuatro tuits de su presentación y un precipitado informe sobre Europa de cara a las elecciones del 9-J, sin apenas difusión. En paralelo a este estancado `think tank´, la lánguida vida interna del PSOE alcanza a su faceta puramente comercial. Siendo el único de los grandes partidos que mantiene una línea de merchandising político, con tienda on line abierta, sus productos llevan un año sin renovarse desde que estrenaron la línea `Siéntete PSOE´ aplicando el neolenguaje de esa formación sanchista a la promoción de calcetines, tazas o pulseras.
Del bidón `diversidad cultural´ por 7,99 € a la chapa `Perro Sanxe´ a 2 euros o la taza `Soy feminista´ por 5,99 €, el muestrario de la tienda del partido gobernante, outlet incluido, termina en la temporada 2022/2023 sin novedades posteriores como podían ser las chapas `Zurdo´. La denominación Siéntete PSOE, de la última gama de productos comercializados, se corresponde con los eslóganes con más sonoridad que significado empleados en las campañas diseñadas desde el palacio de la Moncloa o desde la calle Ferraz. Pertenecen a la terminología adoptada por la retroizquierda retratada por pensadores como José Luis Pardo o Félix Ovejero, centrada en los derechos de las minorías y la diversidad. De ahí que las líneas de productos en venta on line se llamen Igualdad, Diversidad y Eco/PSOE, cumpliendo la nomenclatura de las prendas y los gadgets con el desdoblamiento de género.
La mercadotecnia no incluye objetos con el más reciente y coyuntural eslogan de Vota con la zurda, ni sus precedentes y de contenidos más etéreos `Haz que pase´, `Impulso de país´, `Pelea por lo que quieres´, o `España Avanza´. Este último se parece al organismo presentado el 3 de julio por Pedro Sánchez, la Fundación Avanza. Señalada enseguida por copiar o plagiar su nombre y su diseño tipográfico, ha alterado el orden de su denominación y ahora se llama Fundación Laboratorio de Ideas de Progreso Avanza, cambiando también la nomenclatura original de Laboratorio de Políticas de Progreso pero manteniendo la confusión de presentarse en la web corporativa como “fundación registrada bajo el nombre de Fundación Laboratorio de Ideas AVANZA”.
La gestación y alumbramiento de esa entidad nacida “para proteger la inteligencia” según Sánchez, no se ha librado de los bandazos estratégicos y tácticos propios del PSOE. Fue en enero de este año cuando el secretario general socialista, junto a dirigentes del partido como Cristina Narbona, Ion Antolín, Rafael Simancas, etc. acordó ponerla en marcha. Cinco meses después se reunió por vez primera el patronato del `think tank´ sanchista dirigido por Manuel Escudero y la omnipresente Hana Jalloul, incluyendo otros nombres como Luis Arroyo (presidente del Ateneo madrileño), Eloísa del Pino (directora del CSIC), las exministras Mercedes Cabrera y Arancha González, Luis García Montero, el costarricense Óscar Arias, un ex primer ministro de Níger, Meritxell Batet, Manuel Cruz, Sami Nair, una ex primera ministra de Nueva Zelanda y así hasta los 22 vocales que componen el patronato presidido por Pedro Sánchez Pérez-Castejón en su condición de “Presidente del Gobierno de España”, algo llamativo tratándose de una organización privada dependiente de un partido político.
El andamiaje organizativo del Laboratorio de Ideas de Progreso Avanza no termina ahí. Junto al patronato cuenta con un llamado Consejo Científico de 26 miembros encabezados por Idoia Mendía, ex secretaria general del PSE-PSOE, y entre ellos profesores universitarios, altos cargos gubernamentales y dirigentes socialistas siempre cercanos al jefe del Ejecutivo como Ignacio Sánchez Cuenca, Manuel de la Rocha, Magdalena Valerio, Rafael Simancas, Jonás Fernández, etcétera.
Con semejante macroestructura existente desde hace varios meses, las aportaciones de ese centro de análisis al debate político o al académico permanecen inéditas. Como reconoce su propio director, Manuel Escudero, ni siquiera el único trabajo realizado, Europa frente al Espejo, se basa en “nuevos datos empíricos (…) Más bien nos hemos apoyado en la visión coordinada y consolidada de un grupo interdisciplinar de expertos”. Sin ninguna otra propuesta conocida, la Fundación Avanza, como el resto de la vida interna del PSOE, incluido su merchandising, permanece en letargo sin dar señales de su labor analítica y proposicional.
En medio de la inestabilidad presupuestaria y las incertidumbres parlamentaria y judicial que rodean al Ejecutivo de coalición, nada ha trascendido de lo que esté haciendo el numeroso y vistoso ramillete de patronos, científicos y colaboradores de esa entidad en la alta misión a la que han sido convocados por el inquilino de la Moncloa, definida por éste como “una ofensiva intelectual frente a una ideología reaccionaria naciente en el siglo XXI”. “Se trata, añadió, de proteger la inteligencia”, aunque no tanto como guía de las conductas sino como reacción “cuando la razón parece retroceder ante el impulso de los bulos”, dejando la puerta abierta a que la fundación, cuyo presidente también lo es del Gobierno, participe en el plan que prepara Moncloa contra la llamada `maquinaria de fango mediático y judicial´.
Con posterioridad a la presentación algo solemne y academicista del Laboratorio de Ideas y en medio de la zozobra que atraviesa el sanchismo en este mes de julio, se han cumplido diez años de la ascensión de Sánchez a la Secretaría General del PSOE mediante primarias. La efeméride ha tenido la discreta conmemoración de un tuit del protagonista y un video, a la vez que un comentario en la web del partido exaltando su liderazgo en estos términos: “Ha servido de inspiración para la victoria de la izquierda en Francia y es también objeto de análisis en otros muchos países”. Dicho texto desliza una serie de ditirambos que se asemejan a los dirigidos a Franco en 1964 con ocasión de los `25 Años de Paz´: “Pedro Sánchez seguirá pilotando el PSOE y el Gobierno de España. Es una garantía para muchos millones de españoles y españolas que cada vez ven reconocidos más derechos, y para continuar siendo un país con una influencia internacional”.