Efectivos de la Policía Local de Málaga han detenido a un hombre de 35 años natural y vecino de la la localidad como presunto autor de un delito de amenazas graves, atentado y resistencia a agentes de la autoridad. Los hechos tuvieron lugar sobre las 04.10 horas del miércoles 31 de marzo, cuando una patrulla de la Policía Local se acercó a un piso ubicado en la barriada La Palma desde el que se escuchaban música, y voces de un número elevado de personas cantando y gritando.
Al llegar, los policías locales pudieron escuchar con claridad como desde dentro decían: "Es la Policía, callaros", acompañado de otras frases soeces e irrespetuosas hacía los agentes, tras lo que comenzaron a escucharse golpes en la puerta desde el interior y voces amenazándolos de muerte. Así, mientras se acercaba hasta el lugar otra unidad en apoyo, un varón sin camiseta ni mascarilla abrió la puerta del inmueble, sin llegar a traspasar el umbral y comenzó a dar manotazos en la misma, a la vez que vociferaba: "Os voy a dar en la cabeza como le estoy dando a la puerta como hagáis llorar a mi niña".
El hombre mostraba una actitud sumamente agresiva y desafiante, haciendo ademanes con las manos de modo intimidatorio y mordiéndose la lengua, siendo sujetado por hasta tres personas que se encontraban en el interior y trataban de calmarlo sin éxito.
Además, según ha informado la Policía Local en un comunicado, en un momento dado, el individuo comenzó a darse golpes con sus propios puños, a la que vez que continuaba amenazando de muerte a los agentes, entrando en la vivienda y volviendo a salir con una niña de unos dos años en brazos, comenzando a señalar de modo amenazante a la altura de la cara de uno de los policías, consiguiendo arrebatarle la menor entre tres varones y una mujer e introduciéndolo nuevamente en el interior.
Instantes después, tras zafarse de sus acompañantes y volver a salir del inmueble, el individuo arremetió contra el agente propinándole un manotazo en la cara, tras lo que propinó otro a su compañero cuando se dispuso a mediar, llegando incluso a arrancarle la mascarilla que portaba, todo ello vociferando e incitando al resto de presentes a que lo ayudasen.
Ante los hechos, los policías locales detuvieron al individuo, oponiendo el mismo una fuerte resistencia activa, llegando a tropezar y caerse por los escalones y siendo finalmente engrilletado y conducido hasta un vehículo policial.
Asimismo, mientras, los otros agentes trataban de contener a varias personas que intentaban evitar la acción policial, personándose en el lugar otras dotaciones policiales con las que se controló totalmente la situación. En la actuación, los policías locales pudieron observar que en el interior del domicilio había entre 12 y 13 personas, algunas de ellas menores.
El detenido fue denunciado administrativamente por el incumplimiento de varias medidas preventivas recogidas en la legislación vigente con respecto a la pandemia por Covid-19, tales como no hacer uso de mascarilla y la celebración de reuniones, fiestas o cualquier otro tipo de actividad permanente o esporádica, de carácter privado y en espacio privado, en el que se produzcan aglomeraciones que impidan o dificulten la adopción de las medidas sanitarias de prevención que supongan o puedan suponer un riesgo a menos de quince personas, tratándose de una infracción leve
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