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La DGT explica por qué hay que abrochar los cinturones traseros aunque no haya pasajeros

Te contamos los motivos que da el organismo que controla el tráfico en nuestro país para obligar a realizar este acto de seguridad

La Dirección General de Tráfico (DGT) es el organismo responsable de que se ejecute correctamente la política vial y se preserve la seguridad en las carreteras de nuestro país. Su misión es la dictar medidas y recomendaciones a los conductores españoles para que se reduzca al mínimo el porcentaje de accidentes. También muestra cuales serían las multas y sanciones que pondrían los conductores en caso de no cumplir las reglas establecidas.

El verano es la época del año donde más movimientos y viajes se realizan, siendo un periodo de trabajo para las autoridades de la DGT. Durante los mese estivales las familias quieren viajar lejos de sus hogares para desconectar y disfrutar de un merecido tiempo de descanso. Para cualquier desplazamiento, se recomienda que el equipaje siempre tiene que estar perfectamente colocado en el maletero del vehículo. En caso de no hacerse correctamente, la carga adicional puede afectar al funcionamiento del coche.

Todo el mundo sabe que el cinturón es un elemento del coche esencial y puede salvar a una persona de una tragedia. Según datos de la DGT, este elemento de seguridad puede llegar a salvar 100.000 vidas al año. Dentro de la obligatoriedad de llevar puesto esta cinta, lo que llama la atención de esta medida es que también es obligatorio que se abrochen los cinturones de los asientos de atrás del coche, aunque no haya nadie sentado en esa zona. A continuación, te contamos los motivos.

¿Por qué la DGT obliga a abrochar los cinturones traseros?

La imposición de esta regla por parte de la DGT está relacionado con el equipaje y su colocación dentro del coche. Aunque no haya ningún pasajero sentado en la parte trasera, se obliga a que los cinturones estén abrochados correctamente para que las maletas y los objetos no atraviese el habitáculo en caso de accidente o de frenada fuerte.

Para los expertos en seguridad vial, esto se conoce como "efecto elefante". Teniendo en cuenta factores como la inercia, la velocidad y la deceleración; todo objeto o persona que no lleve abrochado el cinturón de seguridad tenderá a desplazarse hacia delante de manera brusca si se produce una colisión o un giro brusco. Algo que puede agravar estas situaciones es la multiplicación de su peso cuando se produce un choque, debido al efecto de la velocidad.

Desde la DGT se recomienda abrochar lo cinturones traseros ya que cada bulto que haya en el vehículo tiene que ocupar su sitio y estar bien atado y situado.

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