Después de haber sido relegada como portavoz en dos comisiones (Empleo e Igualdad), la diputada de Ciudadanos por Málaga e integrante del grupo crítico TranCsparencia, María del Carmen Prieto, está preparada para cualquier decisión que pueda llegar desde la dirección de Albert Rivera. Pero tiene claro su futuro: no piensa entregar el acta porque, defiende, "me debo a mis votantes".
Y es que los mensajes que salen de la cúpula naranja no son nada integradores, sino más bien lo contrario. El responsable estatal de Comunicación, Fernando de Páramo, declaró hace unos días que aquellos miembros críticos de su partido que ostenten un cargo en alguna institución y estén cobrando por ello un sueldo público deberían renunciar si es que ya no sintonizan con el proyecto de la formación naranja. "Lo que a veces no se entiende es que alguien no esté de acuerdo con unas ideas o unos planteamientos concretos pero sí esté de acuerdo en seguir manteniendo un sueldo y una serie de privilegios", señaló en una entrevista en Ep.
Así mismo, la dirección de Ciudadanos tiene previsto reunirse esta semana, tal y como avanzó El País, para analizar la situación de los díscolos que ocupan puestos de mayor visibilidad. Y aquí se encuentran, sobre todo, la propia María del Carmen Prieto, el portavoz en la Diputación de Málaga, Gonzalo Sichar, la eurodiputada Carolina Punset y su marido, el portavoz naranja en las Cortes valencianas, Alexis Marí.
En el caso de la diputada andaluza, su ánimo está muy tranquilo. En conversación con Vozpópuli, asegura que antes de entregar el acta seguiría como parlamentaria no adscrita (no hay Grupo Mixto en la Cámara andaluza). No obstante, todavía no quiere pensar que la Ejecutiva de Rivera llegue a tal extremo de pedirle el acta. "Me parecería kafkiano, surrealista, que quienes se dicen liberales, hicieran una purga", recalca. Y recuerda que continuará siendo fiel al "ideario del Ciudadanos inicial y del Movimiento Ciudadano".
"Entré en Ciudadanos con un ideario y con él nos presentamos a las elecciones. Ahora lo han cambiado, pero yo me debo a mis votantes. No vale que cambien las reglas a mitad del partido", subraya Prieto. La electa por Málaga se refiere así al giro liberal dado por Rivera al partido centrista, cuando antes se situaba en un equilibrio entre el liberalismo y la socialdemocracia.
"Entré en Ciudadanos con un ideario y con él nos presentamos a las elecciones. Ahora lo han cambiado, pero yo me debo a mis votantes"
Pero no es éste el único golpe de timón que Prieto cuestiona. También se detiene en que los nuevos estatutos incluyan ahora duras sanciones contra lo que son llamados "grupos organizados" dentro del partido (en una primera redacción, el equipo de Rivera habló de "corrientes de opinión"). "Hay cosas que se dan por seguras en una formación liberal, como que haya discusión, que las ideas fluyan... cuando sólo escuchas una opinión, el proyecto muere por falta de ideas y todo se convierte en piedra", enfatiza.
Licenciada en Filosofía y Letras, con especialidad en Historia Antigua por la Universidad de Málaga, ha trabajado como Jefa Administrativa en una empresa privada durante más de veinte años. "No entré en política para bailarle al agua a nadie, sino para cumplir con la sociedad", afirma María del Carmen Prieto.
"Engordar" la Administración
Además, la diputada del grupo parlamentario que dirige Juan Marín, líder de C's en la región, también dice no compartir ciertos tics en clave autonómica. Por ejemplo, no entiende que se haya apostado con tanta vehemencia por la creación de una Oficina contra el fraude fiscal, cuando ello supone, en realidad, "engordar todavía más la estructura de la Junta de Andalucía", señala. En su lugar, comenta, lo que hay que hacer es reforzar el sistema de Inspectores de Hacienda, que ya está creado, pero necesita más recursos, y no montar otra oficina dentro de la Administración paralela", apunta Prieto.
Igualmente, la parlamentaria de C's tampoco comprende el afán por entrar en el consejo de administración de Radio y Televisión de Andalucía (RTVA), cuando, a su juicio, habría que minimizar aquí el gasto al ser "otra estructura más", y destinar ese dinero a políticas sociales. En este punto, considera que el aumento en 25 millones del presupuesto autonómico para Dependencia "no es suficiente" y pide llevar esta atención a más de "100.000 valorados". También reclama mejorar la asistencia individual a personas con discapacidad para que no se presté sólo en residencias, sino día y noche.
Rivera y su equipo salieron de la IV Asamblea General, celebrada los días 4 y 5 de febrero, sin apenas escuchar voces críticas, más allá de las breves intervenciones a puerta cerrada de las que informó este diario. El grupo discordante más extendido territorialmente, el colectivo TranCsparencia, quedó fuera de la votación de compromisarios diseñada por el aparato. Desde aquel cónclave, no han cesado las presiones para que los integrantes de esta corriente abandonen sus responsabilidades en el partido e incluso la militancia. En las últimas semanas, quien ha terminado por darse de baja ha sido el que era portavoz de C's en la Diputación de Valencia, José Enrique Aguar, que había denunciado la falta de democracia interna.
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