Los precios del alquiler en España se disparan. Madrid alcanza máximos históricos, y la edad media de emancipación de los jóvenes ya supera los 30 años, mientras que en países como Dinamarca lo hacen a los 21. Además de esto, los inquilinos y arrendatarios se encuentran con otro tipo de trabas y problemas: la desconfianza de los caseros. El contexto les empuja a hacer cribas más exhaustivas y a cubrirse las espaldas ante el aumento de impagos.
Tras seleccionar al nuevo inquilino de sus viviendas -tarea nada fácil-, los caseros continúan mostrándose reticentes a confiar en ellos al 100%. El aumento de coste de vida y la precariedad de los salarios hace que en numerosas ocasiones el inquilino deje de poder pagar el alquiler acordado en un inicio. Para que esto no ocurra, cada vez son más los arrendadores que deciden utilizar el seguro de impago de alquiler para cubrirse las espaldas, pero esto no es todo: a pesar de que es un gasto al que ellos mismos deberían hacer frente, cada vez son más las ocasiones en las que este pago se le asigna al inquilino.
Seguros de impago del alquiler
Pero, ¿en qué consiste este seguro? En esencia, el seguro de impago del alquiler tiene como objetivo proteger a los caseros de posibles impagos de la renta. Tal y como informan las aseguradoras, son numerosos los beneficios que el arrendador puede obtener al contratar este servicio: ofrece asistencia en el hogar -en imprevistos relacionados con electricidad o fontanería, entre otros-, asistencia jurídica en el caso de problemas con el inquilino, e incluso servicios de limpieza y la sustitución de cerraduras.
En conclusión, se trata de un gasto al que deben hacer frente los caseros en el caso de querer contar con estos servicios, pero ahora muchos se lo adjudican al nuevo inquilino de la vivienda. Según Grupo Mutua Propietarios, de los 3,3 millones de viviendas que se encuentran en el mercado, 330.000 de ellas cuentan con este producto.
¿Cuánto cuesta el seguro de impago?
De la misma manera que muchos inquilinos deben poder afrontar este gasto extra -que suele moverse entre el 3% y el 5% del precio del alquiler anual-, esta medida también se convierte en una traba de lo más considerable a la hora de poder optar tan solo a acceder a un alquiler. En zonas como A Coruña, los arrendatarios denuncian tener que ganar alrededor de 1.500 euros para poder acceder a un alquiler de 500 euros mensuales.
Tras conocer los porcentajes en los que se encuentra este servicio, es sencillo poder calcular por cuánto dinero puede salir un seguro de impago del alquiler. Al alquilar, por ejemplo, una casa por 1.000 euros al mes, el arrendados tendrá que pagar entre 300 y 600 euros por doce meses. De igual manera, el precio depende de la cobertura que la compañía ofrezca, el tipo de contratación, la aseguradora, y cada caso concreto.
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