El Impuesto de Grandes Fortunas sólo ha recaudado 29 millones de euros. Así lo detalla el Informe de Recaudación de agosto de la Agencia Tributaria (AEAT), que recoge los ingresos de la campaña de 2023 de este impuesto, que se ingresó en julio.
Esta cifra supone una caída del 96% frente a los 605 millones que se ingresaron en agosto de 2023 de la campaña de 2022, el primer año en que estuvo en vigor el impuesto. En total, en 2022 la recaudación fue de 623,6 millones.
Desde la AEAT explican que seguramente entrarán unos pocos millones más por declaraciones extemporáneas de aquí a finales de año de 2023, con lo que la cifra final será algo superior a 29 millones.
El desplome se produce después de que la Comunidad de Madrid haya recuperado el Impuesto de Patrimonio y dejado sin efecto Grandes Fortunas en su territorio. Andalucía ha permitido elegir entre ambos impuestos.
En agosto los ingresos tributarios netos alcanzaron la cifra de 24.871 millones de euros, un 2,1% más que en el mismo mes del año pasado. Restando grandes fortunas, el crecimiento habría sido del 4,6%. En agosto los ingresos brutos crecieron un 2,9% (5,1% sin el ITSGF) y las devoluciones realizadas un 9%.
Hasta agosto los ingresos crecen un 7,4%, con un aumento del 6,2% en los ingresos brutos y del 1,6% en las devoluciones. Por su parte, el crecimiento acumulado de los ingresos en términos homogéneos es del 6,7% (7,3% hasta julio).
En agosto se mantuvo el alto crecimiento de las retenciones de trabajo y capital y se observó un buen comportamiento de los Impuestos Especiales (favorecido, además, por la normalización del tipo en el Impuesto sobre la Electricidad).
A cambio, los resultados del IVA bruto fueron flojos (por la configuración del calendario de junio, que es el mes que mayoritariamente se ingresa en agosto), el crecimiento de la cuota positiva del Impuesto sobre Sociedades pequeño y el año pasado hubo ingresos significativos por actas. Todo ello hace que la situación en el conjunto del año (fuerte aumento de retenciones y pagos fraccionados y mejora de la contribución de los impuestos sobre el gasto) no cambie sustancialmente, aunque sí se ha moderado el crecimiento que se apreciaba en los meses anteriores como consecuencia de los resultados de las declaraciones anuales del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades.
Impacto de la sentencia del TC en Sociedades
Otro de los impactos relevantes en la recaudación en el apartado de cambios normativos se produce en el Impuesto sobre Sociedades. Se pasa de una aportación positiva (debido a una devolución extraordinaria de una cuantía muy elevada en 2023) a un efecto negativo neto de casi 900 millones. La causa principal es la disminución de ingresos provocada por la sentencia sobre el RD-l 3/2016. Hasta el momento esa sentencia solo había tenido impacto provocando devoluciones extraordinarias por los ejercicios no prescritos.
En agosto también lo tuvo al aplicarse en la declaración anual de 2023. En esta declaración ya no han estado vigentes los límites del 50% y del 25% en la compensación de pérdidas de periodos anteriores que afectaban a las empresas de más de 20 millones de euros de cifra de negocios. Esto ha supuesto una pérdida de ingresos que se estima provisionalmente en 1.260 millones.
Además, también han tenido un impacto negativo dos medidas que empezaban a operar en la declaración anual, como son el tipo reducido del 23% para empresas de reducida dimensión (-289 millones) y el nuevo Régimen Especial de las Illes Balears (-65).
Compensando parcialmente estos impactos, hay que señalar el cambio de signo en la medida relativa a la consolidación de los grupos durante 2023. Esta medida faltaba por completarse en la declaración (solo había tenido impacto en los pagos de 2023 y por eso hasta julio su efecto era negativo). El impacto se cifra en 385 millones (para calcular el efecto total de la medida habría que añadir los 1.098 del año pasado). No obstante, este cambio de signo es temporal hasta el pago de octubre.
Pincha la ofensiva contra los ricos
Estas cifras del Impuesto de Grandes Fortunas se se suman a las de Patrimonio, cuya campaña se celebró hasta el 1 de julio y que han mostrado que no ha llegado a 700 millones de euros la aportación de la Comunidad de Madrid y de Andalucía. La Agencia Tributaria (AEAT) publicó el 4 de julio los datos de cierre de campaña de Renta y Patrimonio de 2023: se han contabilizado casi 228.000 declaraciones de Patrimonio y el importe a ingresar ha alcanzado los 1.911 millones de euros, 682 millones más que los que se ingresó en la campaña anterior, la de 2022, con 1.229 millones.
El Impuesto sobre el Patrimonio recaudó 1.352 millones en 2021. Esto supone que los dos impuestos han reunido 1.940 millones en 2023, sólo 588 millones más de lo que se recaudaba en 2021 cuando sólo había Patrimonio.
En 2022, el Gobierno de Pedro Sánchez impuso el impuesto a grandes fortunas, tributo estatal creado para obligar a las comunidades que lo tenían bonificado a reinstaurarlo o a subir en todo caso la imposición patrimonial, especialmente dirigido contra Madrid y Andalucía. Este impuesto calca Patrimonio, pero sólo se hace efectivo si una comunidad lo tiene bonificado, y a diferencia de Patrimonio, lo ingresa el Estado y no la región.
El impuesto se presentó como temporal para 2022 y 2023, pero finalmente se ha hecho permanente, para lo que ha ayudado la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que el pasado noviembre lo avaló y desestimó en primer lugar el recurso de la Comunidad de Madrid.
A continuación, Madrid y Andalucía anunciaron que reactivaban Patrimonio en 2023 para evitar que el Estado se lleve esta recaudación en grandes fortunas. La Campaña de 2023 que acaba de finalizar ha sido la primera para ellas.
En septiembre de 2023 Hacienda informó de que el impuesto a los ricos había recaudado en su primer ejercicio 623,6 millones de los 1.500 previstos. Este roto se debió al error del Fisco en la configuración de la cuota con las prisas para que entrara en vigor de forma exprés y retroactiva en 2022.
Y en su segundo ejercicio, se esperaba ya que el desempeño del impuesto fuera pobre, incluso aunque Madrid y Andalucía no hubieran reactivado Patrimonio. Tenía su mayor potencial recaudatorio en 2022 porque se lanzó con efecto retroactivo y sin avisar y no daba tiempo a prepararse. En 2023, en cambio, los asesores consultados dan cuenta de que se ha planificado con cuidado.
De los 623,6 millones ingresados en 2023 de la campaña de 2022, Hacienda detalló que el 95% procedía de Madrid (555 millones), Andalucía (29,7 millones) y Galicia (9,8 millones). También hubo ingresos en Cataluña (2 millones); Valencia (0,2 millones) y Asturias (0,1 millones). Al final 12.010 ciudadanos de los 23.000 que calculaba Hacienda tuvieron que pagar el impuesto sobre la riqueza declarada en 2022. La cuota media a pagar por cada uno de ellos ascendió a 52.000 euros.
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