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Emilia Clarke sufrió dos aneurismas mientras rodaba Juego de Tronos: "Pedí a los médicos que me dejaran morir"

La actriz ha revelado uno de los episodios más duros de su vida, algo que no había contado hasta ahora y por el que estuvo a punto de morir

Juego de Tronos estrenará su última y octava temporada el próximo 14 de abril. Los capítulos nuevos llegarán tras más de un año de espera y serán, para más inri, con los que la serie dé su adiós definitivo. Ante esto, la expectación es máxima: la HBO lleva con la maquinaria de promoción desde principios de año desvelando cada vez más pistas. Mientras, los protagonistas no dejan de dar entrevistas. 

Una de las más impactantes -o la que más- ha sido la que ha concedido Emilia Clarke al The New York Times. La actriz que da vida a Daenerys Targaryen ha desvelado el calvario que sufrió cuando empezó a rodar Juego de Tronos. Todo por el peso que suponía ser una de las caras más conocidas de una de las series de mayor éxito de los últimos tiempos.

Algo que Clarke nunca había contado hasta ahora es que sufrió dos aneurismas que hicieron que su vida corriese verdadero peligro.

"Estaba aterrorizada por la atención"

Emilia Clarke se suma así a una larga lista de actores y actrices a los que la presión de la fama les ha superado. "Estaba aterrorizada por la atención. Era un negocio que apenas entendía", revela.

Según cuenta al rotativo norteamericano, la ansiedad comenzó a llegar por la necesidad de estar a la altura: "Por hacer honor a la confianza que habían puesto en mí los creadores de Juego de Tronos".

Añade, además: "Me sentí, en todos los sentidos, expuesta. En el primer episodio aparecí desnuda y a partir de ahí siempre me hice la misma pregunta: 'Haces de una mujer fuerte y, sin embargo, te quitas la ropa. ¿Por qué? ¿Cuántos hombres debo matar para demostrar mi valía?'". 

Emilia Clarke es Daenerys Targaryen en Juego de Tronos

Emilia Clarke era consciente de que la presión y la ansiedad que sentía iba cada vez a más. Por ello, intentó encontrarle una solución a través del deporte. Así, contrató a un entrenador personal. Pero de poco sirvió, pues el peor momento llegó durante uno de los entrenamientos.

En un momento empezó a sentir un dolor insoportable en la cabeza: "como si una banda elástica le apretara el cerebro". Y continúa contando: "Llegué al baño y me arrodillé, con náuseas. Mientras el dolor me taladraba la cabeza cada vez más. Sabía lo que estaba sucediendo: mi cerebro estaba tocado". 

Operada de urgencia

Finalmente, acabó en el Hospital nacional de Neurología de Londres. Allí Emilia Clarke fue operada de urgencia. La intervención duró unas tres horas. Pero lo peor fue cuando despertó de la anestesia, era tal el dolor que, reconoce: "Llegué a pedir a los médicos que me dejaran morir". 

El calvario se incrementó durante las semanas posteriores. La actriz de Juego de Tronos apenas podía hablar. Su carrera profesional estaba en juego, aunque al mes de estar ingresada, regresó a casa. Entonces, los médicos alertaron de un segundo aneurisma. La urgencia no era tanta como el primero, pues no había necesidad de intervenir inmediatamente.

Sin embargo, durante el rodaje de las siguientes temporadas, Emilia Clarke trabajó con dolores de cabeza constantes. Tras la tercera entrega, volvió a pasar por el quirófano. La recuperación resultó, si cabe, más dolorosa, pero finalmente salió de peligro y terminó recuperándose. 

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